miércoles, 10 de junio de 2015

Capítulo 18

Veinte minutos más tarde, Lali dio un suspiro de alivio cuando Peter volv junto con un estallido de viento y nieve.

Sonrió brillantemente  fingió  que  su  beso  nunca  ocurrió.  Peter lo acepto.

Estaba comenzando a ponerme nerviosa. Te fuiste durante mucho tiempo. Pensé que podría ir a buscarte. —O que fue rescatado y la dejó atrás. Descartó esa idea. Peter nunca haría eso.

Estaba bien. No necesitas preocuparte. —Se quitó las botas y entonces se sacó los guantes y el abrigo, evitando el contacto visual.

Tal vez, pero en una mala ventisca en realidad las personas caminarían justo por sus casas y ni siquiera sabrían que la perdieron. Podrías haberte congelado hasta morir, dijo ella.

Peter col el abrigo en una silla.

Eso es porque Pa ató una cuerda en la puerta delantera del cobertizo. —contuvo una sonrisa.

Ella le miró bizco.

—¿Leíste La Pequeña Casa de la Pradera? Se calentó en el fuego. —Mi madre soa leérnoslo como niños. —Sonrió. Apuesto a que no esperabas que conociese a Laura Ingalls Wilder.

—No. Me sorprendiste con eso. Ahora, te tengo una sorpresa. —Se unió a él en hogar, contenta de estar con él después del extraño momento en el granero. Uso una almohadilla caliente y vert el agua caliente en el hervidor en una agrietada taza de Green Bay Packer y en otra taza anunciando anzuelos para pescar. Mezcló el contenido y le tend una taza de Packer.

Él lo miro con incredulidad.

—¿Es eso chocolate caliente?

—Sip.

Ol la bebida llena de vapor.

—¿nde lo has encontrado? Estaba a punto de dar un sorbo y entonces se detuvo—. ¿No hay heces de ratones en ella, ni estas intentando vengarte de mí, verdad?

Se rió.

—No. resulta que la nevera estaba llena de comida. Al parecer, ahí es donde escondes las cosas que no quieres que los bichos encuentren. Tendremos un gran festín esta noche.
Peter se sentó cerca del fuego y dio un sorbo.

—O,  esto  está  genial.  Cerró  los  ojos  y  saboreó  el  sabor.  Su satisfecha expresión recordó a Lali como se sintió cuando la beso.

—Lo único mejor sería un trago de schnapps2. ¿Encontraste algo de eso? —Preguntó él.

—Schnapps no, pero encont tres botellas de vino.

De ninguna manera. Eso es increíble. Parece que vamos a tener una fiesta.

Lali se relajó, sabiendo que estaban superando la pelea anterior. Después de una comida de gelatina en galletas saladas y más chocolate caliente, se sentaron en la alfombra tejida en frente de la mesa de café y jugaron al Scrabble. Peter levantó una palabra tras otra, pero las únicas palabras que llegaban a Lali no las podía usar: amor, abrazos, besos, labios.

Nicolaso toda su concentración dar con las palabras que no la harían parecer una acosadora enamoradiza.

Peter interrumpió sus pensamientos.

—¿Qué dices? ¿Deberíamos abrir una botella de vino?

—Lo siento. que está llendome una eternidad. Miró sus letras y todo lo que vio fue C A C H A S.

Tomate tu tiempo. Solo pensé que sería una buena forma de pasar la tarde. Aun tendremos otra botella de vino para la cena.

Claro. Proba algo. —Su experiencia bebiendo consistía principalmente en cerveza o vodkas aderezados mezclados con zumo en las fiestas de la universidad. Solo había probado unos pocos sorbos de vino en la boda de su primo.

Peter trajo una botella de vino abierta junto con dos copas de beber disparejas.

Deben mantener el cristal delicado en otro lugar. —Sit las copas en la mesa de café y echo un poco de líquido rojo en cada copa.

Lali levantó la copa, gindola como una aficionada de vinos y la olisqueó.

Es de buena cosecha.

—Aquí dice que es llamado Satín Rojo, embotellado —giró la botella buscando una fecha— de este año.

Este fue un muy bien año no,añad ella, pensando en el divorcio de sus padres, la discreción y las nuevas actividades de Navidades de su madre. Ahora Lali era el producto de un hogar destrozado.

Peter levantó la copa.

Un brindis por un año menos que estelar. Ella chasqueó la copa con la de él.

Beberé  por  eso.  Dio  un  sorbo  tentativofeliz  por  descubrir  el suave vino y cil en los brotes de sabor. Peter tomo un sorbo y se sentó frente a ella.

Le observó pasarse una mano por el pelo y suspi.

—Sé por qué mi año se jodió, pero ¿qué estaba mal con el tuyo?

Bueno, dijo él—. Es una larga historia.

Estamos seguros de que no vamos a ir a ninguna parte pronto. El fuego  lanzó luz sobre las sombras de su rostro sin afeitar. Ella resistió la urgencia de extender la mano y tocar la áspera barba de varios días.

Él se enfadó.

—¿Es la universidad? —Preguntó ella.

—No. La universidad es genial. Me encanta la universidad, Madison y salir de Ashland. La universidad es la mejor decisión que siempre tome.

Dio otro trago y situó la copa abajo—. Aw, diablos. Es un gran apiño de mierda. —Se inclinó hacia adelante con la cabeza entre las manos.

Lali no podía imaginar lo que podría ir  tan mal  en  su  vida. Su compañera de habitación dijo que estaba prometido. No menciono nada sobre problemas familiares y obviamente no era la universidad.

—No tienes que hablar de ello si no quieres. Él se pa las manos por la cara.

—No. está bien. Tal vez si se lo cuento a alguien, será más cil para que lo afronte. Sabes sobre Paula.

Tu prometida. Ella asintió. Él rodó los ojos.

—¿No es tu prometida?

—No. Lo es. Al menos por el momento.

—Oh. —La verdad la atrajo. Ya no quieres estar prometido. La esperanza floreció en su interior.

Él sonrió.

Exacto.

—Y planeas romper con ella. Él asintió.

—¿En Navidad? Asint de nuevo.

Lali sint vergüenza.

—Ouch. —Pero por dentro sint un brinco de alegría. Del tipo como si la Navidad llegase pronto. Se to la boca, pensando en el beso de antes. Ahora no parecía tan malo.

—Lo sé. Está mal. —Peter tamboril los dedos sobre la mesa de café.

Entonces, ¿tienes que romperlo ahora? Quiero decir, no podrías esperar hasta

—¿Año Nuevo? ¿Por qué eso tampoco la heriría? ¿O justo antes de volver  a la  universidad?  —Sacudió   la cabezaNo  importa  lo  que haga, estoy jodido. Me quita como diez veces la estupidez. Comenzó a rebotar la pierna.

El pobre chico era un desastre. Tenía que estar de acuerdo, su elección del momento oportuno no podía ser peor. A menos…

—¿Su cumpleaños no es en Navidad, verdad? Eso sería rotundamente cruel.

—No. Ese es el por qué no rompí en Acción de Gracias.

Wow. Has estado pensando en esto durante un tiempo. Dio un largo trago de vino.


Mucho, cada segundo desde que me dijo que perd el bebe.

5 comentarios:

  1. Está información de querer dejar a Paula cambia las cosas ahora Lali ya no pensará igual,otroo

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  2. Está genial esta novela me encanta

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  3. Ahora yo quiero saber si Paula perdió al bebé,o decidió deshacerse d él ,y x este motivo Peter la quiere dejar.

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