jueves, 4 de febrero de 2016

Capítulo 13

¿Dónde estaba Tiffany?

Cuando Lali volvió del trabajo el lunes, no la encontró. No sabía a quién llamar. Cuando había traído a la chica del hospital, aún estaba débil y cansada, pero el día anterior estaba mucho mejor.

jueves, 28 de enero de 2016

Capítulo 12

Lali estaba caminando de un lado a otro en la sala de espera del Hospital St. Luke's de Wild Horse Junction. Cuando Peter entró, dejó de caminar.

miércoles, 27 de enero de 2016

Capítulo 11

El martes Lali estaba en su consulta escribiendo las últimas notas de su última paciente cuando la llamó Agnes, la recepcionista.

martes, 26 de enero de 2016

Capítulo 10

—¿Y ahora qué hacemos? —preguntó Lali a Peter. Era el día siguiente. Acaban de volver de Laramie y estaban sentados en el coche de Peter.

sábado, 16 de enero de 2016

Capítulo 9

Más tarde llamó a su padre y le dejó un mensaje. Luego marcó nuevamente el número de Flo Wiggins. Esta no respondió. Lali cami de un lado a otro de la habitación. Necesitaba un cepillo de dientes y pasta denfrica. Necesitaba un libro para leer. Necesitaba algo para distraerse de la idea de que estaba allí con Peter.

viernes, 15 de enero de 2016

Capítulo 8

¿Ha viajado desde Wild Horse Junction para preguntarme lo que tejí con el hilo? ¿No hado hablar de ese moderno invento llamado teléfono? —pregunBonnie Treadway mientras Lali y Peter se sentaban en su salón.

miércoles, 13 de enero de 2016

Capítulo 7

Un gato se arremolinó entre sus piernas. Lali sonr y lo levan. El gato ronroneó cuando ella le rascó debajo de la barbilla. Parecía muy pequo, aunque no era un bebé.

—He pensado en tener un gato murmuró Lali.

¿Por qué no lo has hecho?

Porque paso muchas horas fuera de casa. No me parece justo tener un animal doméstico para dejarlo tanto tiempo solo.

—Los gatos son independientes, al menos eso es lo que he do.

Aun los animales más independientes necesitan alguien que los cuide y que los quiera, y que les hagan compañía.

¿Hablas por experiencia? —preguntó Peter.

Ella lo miró a los ojos, y notó que él la había descubierto.

Lali bajó el gato al suelo y protestó:

—No estoy hablando de mí.

¿No?

—No. Estoy satisfecha con mi vida.

¿No necesitas alguien que te cuide, y que te haga compañía? —le preguntó
Peter en tono seductor.

—A  veces  me  gustaa  tener  a  alguien  que  me  abrazara  por  la  noche  
respondió ella sinceramente.

¿Sólo que te abrace?

Cuando Peter le tocó la cara, ella no pudo desviar la mirada. No se pudo mover. Sólo sentía la excitación de estar cerca de él.

Peter la acaric con el pulgar.

—Eres una mujer hermosa.

¿Le había dicho alguien alguna vez que era una mujer hermosa?, se preguntó Lali.

Su cinismo le hizo preguntarse si Peter estaa alimentando su ego por alguna razón. Aunque por lo poco que sabía de él no era ese tipo de hombre.

Ella se hundió en sus ojos grises, y su cuerpo se estremec de los pies a la cabeza.

¿Poda aquel hombre despertar la pasión que ella jamás había sentido?, se preguntó.

Peter le agarró la cara, le levantó la barbilla y le dijo:

—He soñado con hacer esto nuevamente.

Al parecer, aquella atracción definitivamente era mutua.

Sus labios se posaron sobre los de ella, y ella perdió todo sentido de la realidad, sumergida en aquella sensación de intenso placer.

Fue un beso lleno de intenso deseo. Sus labios estaban calientes y su lengua se deslizó por entre ellos.

Aquella  lengua  teníuna  gran  maestría  erótica.  Cada  espacio  que  tocaba parecía vulnerable, y ella levantó los brazos y le rodeó el cuello, y se apretó más a él.

Cuando Peter sintsus pechos, gimió, deslizó sus manos por su espalda y la apretó más contra él.

Aquel beso fue suave al principio, pero desembocó en un intenso fuego.

¿Adónde iba a llevarlos ese beso?

Al parecer, Peter sabía adónde los iba a llevar exactamente, porque la excitación de su cuerpo era evidente. Lali la sena contra ella. Y lo peor era que ella estaba dispuesta a seguirlo.

La atmósfera era íntima. La música country se a a la distancia. Y ella notaba el latido acelerado de su corazón. La excitación crecía entre ellos. Peter hundió sus manos en su trasero y antes de que ella supiera qué iba a hacer él, notó que le subía la falda. Ella llevaba pantys, pero a él eso no parec frenarlo. Sint sus manos deslizándose por dentro de sus braguitas y agarrar con ellas su trasero. Lali penque explotaría de deseo. Sus caricias eran tan íntimas

Sin embargo, él no la conocía…

¿Qué diablos estaba haciendo ella?, pensó Lali. Al ritmo que iba aquello, pronto estaan revolcándose en el heno.

¿Cómo podía salir de aquella situación con su dignidad intacta?

Primero dejó de responder a su beso, y luego arqu el cuerpo, poniendo un poco de distancia entre ellos.

Eso fue todo lo que le lle. Al parecer, Peter lo comprendió enseguida. Peter quitó las manos y soltó su falda. Cuando lo mi, vio una expresión en él que no pudo descifrar. Ella tuvo la sensación de que tenía práctica en poner un gesto neutral. Había sido una herramienta de su trabajo. Y suponía que debía de hacerlo a menudo en su vida personal también.

Se dijo otra vez que no lo conocía.

¿Debo disculparme por esto? —preguntó él.

¿Quieres hacerlo? Peter la miró y sonrió.

¡Maldita sea, no! —luego dejó de sonreír. Pero tú no eres la típica mujer que disfrutaa con un revolcón en el pajar, ¿verdad?

Ella no sabía qué decir exactamente.

—No pensaba que lo fuese antes de anoche. ¿Tú haces esto a menudo?

Desde mi divorcio he sido bastante célibe. Y tengo que ser sincero contigo, Lali, hay una razón para ello. No quiero asumir la responsabilidad de un matrimonio nunca más. No creo en la posibilidad de una relación para toda la vida. No existe tal cosa. Y tengo la impresión de que tú todaa la estás buscando. Ésa es la razón por la que es mejor que esto no vuelva a pasar.

Quizá estés equivocado.

¿Te apetece un revolcón en el granero? ¿No vas a arrepentirte después? ¿No sueñas con un traje de novia y una luna de miel?

Su respuesta deb de vérsele en la cara.

—Eres transparente, Lali.

Enfadada y un poco a la defensiva, ella respondió:

—Y tú tienes un ego monumental. Te conozco desde hace cinco minutos. ¿Por qué iba a estar pensando en un traje de novia y una luna de miel? ¿E incluso en un revolcón contigo en el granero?

—Estaba hablando hipotéticamente. Volvamos a la pista de baile, ¿quieres?

*                                    *                                  *                                           *                              *

Cuando Peter vio a Lali acunando a la pequeña Amy en el hospital el siguiente jueves, sint una punzada en el corazón. Aquel cuadro le oprim el pecho.

Lo que había pasado el sábado por la noche debía servirle para alejarse de ella. Pero Lali había contratado sus servicios. Se merecía saber lo que había averiguado y lo que iba a hacer.

Lali lo vio por el cristal y le hizo señas de que esperase un momento.

Peter miró su reloj y supo que la hora del almuerzo de Lali iba a terminar y que pronto se marcharía del hospital.

Cuando Lali se puso de pie y acurrucó a Amy en sus brazos él se dio la vuelta.

Había renunciado a la idea de tener niños. Para él, eso requea una esposa. Y él no sabía ser un buen esposo. Su propio padre había sido un modelo nefasto. Había sido piloto y apenas había estado en casa, y Peter sospechaba que debía de haber habido algo más durante sus viajes. Había oído discutir a sus padres. Habíado los ruegos de su madre para que su padre se asentara, creara su propia empresa de transportes reos y se quedase en casa con su familia.

Su padre en aquellas ocasiones le había dicho a su madre que se lo pensaa, pero  nunca  lo  había  hechoAquel  estilo  de  vida  le  habísatisfecho  y  no  había querido cambiarlo.

Y Peter había visto todo aquello. Tal vez había aprendido que la profesión de un hombre estaba antes que su familia. Cuando había conocido a Cheryl, no había pensado muy concienzudamente en lo que hacía. Después de todo llevaba cinco os como agente del FBI cuando la había conocido, y jamás se le había ocurrido que su trabajo pudiera ser un problema. Hasta que se habían casado.

Volv a mirar hacia el nido, y lamentó haberlo hecho. Lali le estaba dando un beso en la frente a la pequeña.

Cuando salió del nido, él se dio cuenta de que no sabía si sonreírle o fruncirle el co.

Después de lo sucedido en el granero, habían elegido pasos de baile separados.

Y de regreso a su casa, apenas habían hablado.

—He llamado a tu móvil, pero me salió el contestador —le explicó él.

—No puedo tenerlo encendido en el hospital. ¿Qué ha sucedido?

Tengo los nombres de las mujeres que compraron el hilo en la tienda de
Laramie. Voy a volar allí mañana.

Quiero ir contigo.

Lali, no hay razón para que vengas conmigo.

Sí, la hay. Amy va a irse con una familia de acogida mañana. Ésta es probablemente la última vez que la tenga en brazos. Quiero encontrar a la madre.

¿Es que piensas que no soy capaz de hacerlo? ¿No es por eso que me contrataste?

¿No ven más cuatro ojos que dos? Y tal vez el volver a Laramie me refresque la memoria sobre las chicas con las que hab allí.

Probablemente no consigas nada.

—Es posible. Pero es un riesgo que quiero correr —lo miró y agre—: ¿Hay alguna razón por la que no quieres que vaya? ¿Tu avión sólo puede llevar a una persona?

—Cabes perfectamente en el avión.

—Esto es muy importante, Peter. Peter admiró su determinación.

—No puedes enmendar lo que te pasó en la infancia —dijo él.

E inmediatamente se arrepintió. Se dio cuenta de que él había hecho lo mismo desde que su amigo había sido secuestrado a los nueve años.

—No es verdad —dijo ella.

¿No? No sé qué piensas que pasó con Amy. Pero aparentemente su madre no la quiso. La abandonó. Se terminó la historia.

—Ése no es el fin de la historia. ¿Sabes si su madre necesita ayuda? ¿Si tiene familia? ¿Si es una adolescente que no ha podido hacer otra cosa? No me digas que se terminó la historia…

Tú quieres que haya una razón para que tu madre te haya abandonado. Después de un momento de silencio, ella asintió.

Por supuesto que sí. Sé que la hubo. Pero jamás sabré cuál fue. ¿Ves? Hay que
impedir que a Amy le pase lo mismo. Sé lo que eso puede causarle. Mis orígenes son la razón de que esté en esto. ¿Acaso es malo eso?

Tenía razón. Él también había querido mejorar una situación después de perder a un amigo. ¿No era eso lo que hacía cada vez que intentaba encontrar un niño? Había perdido un amigo, había perdido un matrimonio, y había perdido un bebé. Y quea compensarlo ayudando a encontrar niños.

¿No intentaba compensar todo aquello reuniendo a los padres con sus hijos?

De acuerdo. Nos iremos a las ocho de la mañana, siempre que el tiempo lo permita. ¿Puedes venir al hangar?

Sí, claro. ¿Hay algo en particular que deba llevar?

¿Lo dices por si tuviéramos un accidente y sobreviviéramos y tuviéramos que vivir en el terreno salvaje de Wyoming durante una semana?

Tienes un enorme sentido del melodrama, Peter. Debeas haber sido un escritor de melodramas —le dijo ella—. No, nada de eso. Estaba pensando en la comida.

Peter se rio estrepitosamente.

Lali era una mujer a su medida y eso le gustaba.

Pensaré en la comida cuando lleguemos a Laramie. Lali miró su reloj.

Debo irme. Tengo que hacer una visita a domicilio y no quiero llegar tarde lo miró con sus grandes ojos marrones—. Vamos a encontrar a la madre de Amy, ¿no?


—Haremos todo lo posible —respondió Peter