domingo, 30 de abril de 2017

Capítulo 16

El jueves Lali acababa de terminar con un paciente cuando la llamó la recepcionista. La llamaba Tiffany.
Peter ha tenido que marcharse. ¿Puedes recogerme? —le preguntó.
—Claro. Estaré allí sobre las cinco.
Desde el lunes se estaba preguntando qué sena Peter. Desde entonces no habían estado a solas. Tal vez porque sabían que terminaan en la cama. Porque entre ellos, una sola chispa terminaba en incendio.
Peter iba a cenar con ellas todos los días. Y cuando estaban juntos se senan una familia.
Después de hablar con Tiffany, decidió llamar a su padre para ver si quea ir a cenar con ellos. La primera vez que había visto a Tiffany y a Amy el hombre había estado un poco preocupado porque su hija hubiese llevado a su casa a una extraña. Pero después había parecido aceptar el papel de abuelo, y hasta levantaba en brazos a la niña.
Pero Lali no pudo localizarlo. Y eso la alarmó. Siempre temía que volviera a beber. Pero no quea ser negativa. Tenía miedo de que fuera verdad lo que le había dicho Peter: que su miedo llevara a su padre al alcoholismo.
Insist varias veces más, sin resultado.
Tiffany se dio cuenta de que estaba preocupada.
¿Hay algún problema?
La muchacha siempre temía que hubiera aln problema relacionado con ella, o que Lali se arrepintiera de tenerla en casa.
—No. Al menos no contigo. Es posible que me esté preocupando por nada. Pero no puedo localizar a mi padre.
Lali le había contado a Tiffany la historia de su niñez.
¿Crees que puede estar en el bar? —sugir Tiffany—. ¿Quieres que pasemos por allí y veamos si está?
Te llevaré primero a casa.
¿Seguro que no quieres que te acompañe? Lali hubiera querido abrazar a Tiffany.
Gracias, pero es mejor que vaya sola.
—No sabes lo que vas a encontrar —dijo Tiffany.
—Es verdad.
Tiffany tenía bastantes problemas para meterla en uno más. Más tarde, Lali aparcó frente a su casa familiar.
Mientras subía los escalones del porche, se dijo que no debía preocuparse.
Tocó el timbre pero no contestó nadie. Esperaba que su padre estuviera durmiendo una siesta.
Pero la puerta estaba abierta. Su padre no cerraba nunca la puerta.
La casa tenía el desorden pico de la casa de un solten que vivía solo.
¡Papá! —llamó, con la esperanza, o no, de que le contestase.
No quea subir a su dormitorio. No quea encontrar a su padre borracho, pero se armó de valor y lo hizo.
La cama estaba hecha, y el dormitorio estaba vacío. Sint un gran alivio.
De pronto oyó una voz que gritó:
Lali, ¿estás aquí?
Lali bajó rápidamente las escaleras y se detuvo en el vesbulo para observar a su padre.
Tenía los ojos con brillo. Lleva un vaquero, una camisa y una cazadora.
¿Dónde has estado? —preguntó ella, tratando de mantener la calma en el tono de su voz—. No me has contestado en el móvil ni en el fijo.
Pero su padre no tenía aspecto de haber bebido.
Quea invitarte a cenar, y al no encontrarte… —dijo Lali.
Pensaste lo peor, como siempre. Lo siento, Lali. Estoy sobrio. De hecho, he estado con Peter. Hemos ido a una misión de búsqueda y rescate.
Lali lo sigu al salón. Su padre se quitó la chaqueta y la dejó en un sofá.
¿Con Peter? ¿Desde cuándo?
—Hab con  Peter  en  el  baile  del  granero,  y  le  ofrecí  cooperar  en  las búsquedas desde el aire… Pensé que sea bueno hacer algo además de trabajar.
¿Y Peter qué dijo?
—No estaba seguro. Me dijo que se lo pensaa. Y hoy me ha llamado. El volver a estar en un avión me hace sentir
Peter no me ha dicho que lo llamaste…
Yo le pedí que no lo hiciera. Hasta que tomase una decisión. Sabía que ibas a decir que era uno de mis suos tontos¿Lali? ¿Cuándo vas a confiar en mí como para saber que no voy a beber? Quiero hacer algo que dé sentido a mi vida.
¿Y  realmente  crees  que  puedes  conseguirlo  buscando  desde  el  aire  con Peter?
—No por sí mismo. Pero puede ayudar. Unos adolescentes han salido de excursión hoy y se han perdido. Los hemos encontrado.
Por un lado estaba contenta por su padre. Pero por otro no le gustaba que Peter se lo hubiera ocultado.
A esa hora Tiffany ya estaa bañando y acostando a Amy. Era tarde para la cena. Pero la noche siguiente sea un buen día para que cenaran todos juntos.
Tengo que ir a casa. Pero ¿qué te parece si mañana cenamos juntos? Ya nos contarás la aventura con los adolescentes
Me parece bien —su padre parecía contento con la invitación—. Quizá un día de éstos pueda invitar a Dorothy y podamos ir a cenar fuera todos juntos.
En todos aquellos os su padre no había salido prácticamente con mujeres.
¿La has visto después del baile en el granero?
Vimos una película el fin de semana pasado. Es una mujer muy agradable. Su padre, al parecer, estaba cambiando.
De acuerdo. Pregúntale qué día le viene bien y me lo dicesLali se acercó a su padre y lo abrazó.
—La próxima vez que hagas algo como hoy, ¿puedes llamarme?
—Las cosas han sucedido tan deprisa, que ni siquiera he pensado en llamarte. Pero sí, intentaré hacerlo. ¿Y tú, puedes controlar tu pánico cuando no me localices?
—Lo intentaré —le dijo Lali, mirándolo a los ojos. Cuando estuvo sentada en su camioneta, llamó a Peter con su móvil.
Peter, soy Lali
—Hola, Lali —dijo él con cautela, como si supiera lo que venía.
—Estuve muy preocupada por mi padre porque no lo localizaba. ¿Por qué no me has dicho que iba contigo?
—Era cosa suya decírtelo respondió Peter después de un silencio.
¿Había necesidad de tanto secreto?
Tu padre ha preferido no decírtelo y yo lo he respetado.
¿Y tu respeto por mí? ¿Y nuestra… amistad?
—Esto no tiene nada que ver contigo y conmigo.
Por supuesto que sí.
—No. Tu padre ha querido que yo tome una decisión al margen de ti.
¿Cómo va a ser una decisión al margen de mí, si tú y yo estamos?
¿Involucrados en una relación? Dime una cosa. Lali, si te hubiera contado lo de tu padre, ¿qué habas hecho? ¿Me habas intentado convencer para que no lo hiciera? ¿Le hubieras dicho que era mejor que se curase totalmente de su adicción en lugar de volar?
—No sé lo que haba hecho. No he tenido oportunidad de hacerlo.
Lali, te comportas como una madre con tu padre, y no lo eres. Eres su hija. Vas a tener que acostumbrarte a tratarlo como a un adulto.
Tal vez tuviera razón, pensó ella.
—Es posible. Pero no sé si voy a poder hacerlo si me ocultas algo así.
—Estás exagerando.
—Y tú no comprendes cómo me siento.
Me tengo que marchar, Lali. Mi móvil está sonando, y puede ser una llamada importante.
Vete, Peter. Tengo la impresión de que debes de haber terminado muchas conversaciones de este modo con tu exmujer —dijo Lali.
Y colgó.
Cuando lo hizo se preguntó qué había hecho. Había dado rienda suelta a su enfado. Y tal vez no hubiera sido justa.
Puso el coche en marcha y se marc a su casa.
Lali estaba mirando el frigorífico para ver qué tenía para la cena del día siguiente. Entonces so el timbre. Lali miró el reloj. Eran las once de la noche.
¿Quién es? —preguntó cuando se acercó a la puerta.
Peter.
El corazón de Lali dio un vuelco.
Abr y vio que Peter tenía una expresión muy seria. Tem que le dijera que su relación había terminado.
¿Tienes unos minutos? —preguntó Peter.
Sí, claro. Pasa
Peter entró y se quitó la chaqueta. Lali supuso que eso era buena señal. Ella se sentó con él en el sofá, pero no muy cerca.
Peter parec incómodo, y dijo:
Jamás debí decirte lo que te he dicho por teléfono. Tu padre y tú tenéis que encontrar vuestro camino. Yo no tengo derecho a interferir o juzgar lo que estás haciendo.
Yo no debí decir lo que he dicho —dijo ella.
Tenías razón.
Ella no sabía muy bien en qué tenía razón, así que se quedó callada.
Muchas conversaciones con Cheryl terminaban con el timbre del móvil. Lo que me has dicho me ha hecho reflexionar acerca de que las llamadas eran una excusa para no seguir hablando. Para no enfrentar nuestras diferencias. Antes de ir a D.C. me llamó Cheryl. Comí con ella, y creo que aclaramos muchas cosas.
¿Había visto a su exesposa?
—No quiero volver a cometer los mismos errores. Pero quiero que comprendas una  cosa,  Lali.  Jamás  tendré  un  trabajo  de  nueve  a  cinco.  Cuando  suena  ese teléfono, si se trata de negocios, puedo dejar que salte el contestador. Pero si se trata de un niño que ha desaparecido, tengo que marcharme.
Sé que tienes que hacerlo.
¿De verdad?
Sí. ¿Te das cuenta de que me he sentido traicionada porque no me has dicho lo de mi padre?
Traicionada es una palabra muy fuerte.
Sí, lo es. Pero es lo que he sentido. Me sentí del mismo modo cuando me di cuenta de que Pablo me había ocultado cosas. Él sabía que no sena nada por mí y no me lo dijo
Yo no quiero discutir —dijo Peter acercándose a ella.
Peter —dijo ella con impaciencia.
—Comprendo lo que dices, pero tienes que comprender que le había dado mi palabra a tu padre.
—Comprendo —admit Lali.
Se dio cuenta de que aquélla era una de las cosas que le gustaba de Peter, que era un hombre de palabra.
—No te beso, porque no voy a querer parar —dijo él.
—Vivir con gente tiene sus desventajas
Ven mañana a mi casa —le sugir Peter.
—No puedo. He invitado a mi padre a cenar. Tú también puedes venir.
—Necesito comer. Pero más necesito estar a solas contigo. ¿Qué te parece el sábado por la noche?
—Lo tengo libre. Tiffany está progresando mucho con Amy. Ahora puedo dejarla sola más tiempo.
Me alegro de que estés libre. Y de que puedas confiar en Tiffany. Porque es posible que estés toda la noche en mi casa. Será mejor que la prepares para ello.
Ella también tenía que prepararse, pensó Lali.
Tarta de chocolate con crema. Ciertamente, sabes cómo atraer el esmago de uno hombre… —dijo Peter cuando llegó ella con una tarta en la mano.
Sabía que te gustaba el chocolate.
—Y la crema.
¿Qué vamos a cenar?
—Costillas con patatas asadas. La ensalada ya está preparada. Está en el frigorífico.
Parece  todo  delicioso  comentó  ella  mientras  se  quitaba  la  chaqueta—. ¿Tienes hambre ahora?
Peter estaba terriblemente sexy con sus vaqueros nuevos y su camiseta. Sus ojos grises estaban intensos aquella noche.
¿Y tú? —preguntó él.
—No me estoy muriendo de hambre. ¿Tienes otra cosa en mente?
—He pensado que podamos empezar la noche con un baño caliente en la tina cubierta que tengo. Luego podemos comer algo y hacer lo que nos apetezca.
Lali se estremec ante la idea.
Se sena muy atraída por Peter. La química entre ellos era algo que se daba una sola vez en la vida.
—No he traído traje de bo.
—No te hace falta. Puedes ponerte un albornoz mío antes de meterte en la tina.
Si yo me pongo tu albornoz, ¿tú qué te pondrás?
Unos pantalones de chándal hasta que llegue a la tina.
Lali volv a sentir un cosquilleo. Peter la vea desnuda. Ella era una mujer del siglo XXI. No era una virgen, temerosa de su sexualidad. Pero de pronto se sintió llena de pudor. No sabía cómo manejar aquella situación.
Peter se acercó a ella.
¿No quieres meterte desnuda en la tina?
—No es eso. Sólo que me siento un poco insegura al pensar en ello.
—Está oscuro allí, Lali. La tina está rodeada de madera de cedro. La única luz que llega es la que tiene en el fondo… A no ser que haya luna. Puedes entrar tú primero, si te sientes incómoda desvistiéndote delante de mí.
Lali se puso colorada y pensó que no comprendía por qué le costaba tanto relajarse.
—Eso estaa bien. No sé por qué soy tan… anticuada en esto. Él la rodeó con los brazos.
—Eres una chica a la antigua usanza, lo admitas o no. Y está bien. Estás guapa cuando te pones colorada.
—No me pongo colorada con nadie más que contigo.
—Es bueno saber que soy especial —brom él.
Ella le agarró la cara y le acaric la mejilla con el pulgar.
—Eres especial. Es por eso que estoy aquí.
—Hace mucho tiempo que esperamos este momento.
Desde que nos hemos conocido.
Hacía cinco semanas desde que ella le había pedido que la ayudara.
El calor entre ellos estaba aumentando. Su excitación era obvia. Ella le dio un beso en los labios.
Peter la abrazó un instante y luego se apartó.
Prolongaremos esta noche y disfrutaremos de todo lo que hagamos. Vayamos a bañamos.

NOTA: Son capítulos bastantes largos los que voy a publicar, para que puedan terminar de leer la novela, así voy a tratar para mañana subir uno igual y así hasta el final.