domingo, 30 de abril de 2017

Capítulo 15

Peter no sabía por qué había aceptado comer con su exesposa.
Cuando Cheryl aparec en el restaurante, con su pelo rubio flotando en el aire y sus ojos azules brillantes, Peter sint arrepentimiento.
Su chaqueta estaba abierta, y él pudo notar la protuberancia de su vientre. ¡Dios santo! ¡Estaba embarazada!
Él no supo qué decir cuando la encontró.
Me alegro de verte —dijo ella, dándole un beso en la mejilla.
Veo que tengo que darte la enhorabuena… contestó él simplemente.
—Hablaremos durante la comida —Cheryl sonrió.
Tienes buen aspecto. Muy civilizado, no como un vaquero de Wyoming dijo ella mientras ponía su chaqueta en el respaldo de la silla.
Peter llevaba puesta la chaqueta y la corbata que usaba para las reuniones.
—He venido aquí por negocios. Pero llevo los vaqueros y las botas para el viaje de regreso.
Cheryl se puso seria y dijo:
Me alegro de que podamos encontrarnos así, en lugar de hablar por teléfono. No pensé que volverías a la Costa Este.
Cuando había llegado a D.C. la había llamado y ella le había preguntado si podían verse para almorzar.
¿Eres feliz, Peter?
—Casi —pensó en Lali.
Te he llamado porque entre nosotros las cosas parecían… inconclusas. Sabes qué quiero decir, ¿no?
Ambos estábamos enfadados, decepcionados.
Yo dije cosas que no debí decir —dijo Cheryl.
¿Como que jamás me perdonaas?
SíAhora  que  estoy  embarazada  nuevamente,  y  he  pasado  el  primer trimestre, me doy cuenta de que sólo te lo dije para hacerte daño, no porque fuera verdad.
—Creo que lo dijiste en serio en su momento.
Los ojos de Cheryl se llenaron con los recuerdos de su aborto, la tristeza y el vacío que había supuesto.
Sí, supongo que sí. Pero quiero que sepas que ya no te culpo. Fue algo que ocurrió. Tenía que decírtelo.
Y ahora llevaba en su vientre el bebé de otra persona.
—No estoy casada —le dijo Cheryl al ver su expresión, no tenía alianza. Todaa no. Se supone que nos casaremos a principios de diciembre.
«¿Se supone?», pensó él.
Dime una cosa, Peter. ¿Por qué crees que no funcio lo nuestro? Aquello podía ser una bomba. Tenía que ir con cuidado, pensó Peter.
—No funcio por muchas razones. En primer lugar no sabía lo que debía ser el matrimonio. Yo tuve un padre que no estaba nunca en casa. Sé que eso tuvo algo que ver con el divorcio de mis padres. Pero no sólo eso. ¿Sabes lo que quiero decir? Yo cr que si te cuidaba lo mejor que podía, te mantenía y tenía sexo contigo regularmente, eso era el matrimonio.
—Eso no era lo que yo esperaba… Mis padres siempre estuvieron juntos. No se han separado ni una noche. ¡Mis expectativas eran tan distintas a las tuyas!
—Y ahora, al parecer, estás comprometida. ¿Con el hombre adecuado? Ella se puso colorada.
—La verdad es que no lo sé. Hace sólo seis meses que lo conozco. Yo quea…
Yo  quería  un  hijo  desesperadamente.  Conectamos Creo  que  ambos  estamos preparados para tener una familia.
¿Pero?
Tengo dudas de lo rápido que ha sido todo. No del bebé. Pero a medida que se acerca la fecha de la boda, pienso en nuestro divorcio y en lo duro que ha sido
¿Por qué has querido verme? —preguntó Peter.
—He  pensado  qusi  habbamos,  qusfinalmentse  aclarabtodo entre nosotros, poda pasar a otra historia más fácilmente.
Ya no hay nada entre nosotros, a no ser que aún me guardes rencor, algo por lo que no te culpaa —dijo Peter.
Ella agitó la cabeza vigorosamente.
—No, ya no te guardo rencor. Sólo que… No sé bien qué hacer. Quiero un matrimonio como el de mis padres, y no sé si Dennos puede dármelo.
—Cheryl, este tal Dennos no va a poder dártelo. Ambos tendréis que trabajar para lograrlo. Y lo más probable es que no sea como el de tus padres. ¿Has hablado con él sobre esto?
—No quiero herirlo. No quiero que piense que no tengo sentimientos hacia él. Los tengo. Sólo que no sé si son lo suficientemente profundos.
—Entonces, no te cases.
¿Ni siquiera por el bebé?
Sobre todo por el bebé. El bebé necesitará dos personas convencidas de que quieren estar juntas. Espera unos meses, hasta que nazca el niño. Hasta que estéis seguros.
Vino la camarera y Cheryl abr la carta con expresión frustrada.
En aquel momento, Peter se dio cuenta de que Cheryl siempre había esperado de él que fuera un padre además de marido. Ella había esperado de él respuestas que él no podía dar siempre. Ella había esperado un tipo de amor que él jamás había comprendido.
Lali era muy distinta. Era independiente y decidida.
De pronto ec de menos a Lali y sint ganas de volver a verla.

¿Qué tal hoy? —preguntó Lali a Peter.
Estaban en la cocina de su casa. Peter había llegado la noche anterior de D.C. Aquel día Tiffany y Amy habían ido a su casa a trabajar.
—Es una buena empleada, y Amy se ha quedado muy tranquilita.
¿Has estado en casa?
—He trabajado con el ordenador en la cocina. Tiffany ha aprendido a usar rápidamente el programa que suelo usar.
Me alegro —dijo Lali—. La veo cómoda ahora con Amy.
—La toma en brazos cada vez que llora. Yo le he dicho que no se preocupe por mí si llora.
—Creo que simplemente le gusta tenerla en brazos.
Hubo un silencio prolongado. Y entonces ella le preguntó lo que no le había preguntado la noche anterior cuando él había llamado.
¿Y? ¿Cómo te fue en el viaje?
Lo vio cruzarse de brazos, defensivamente.
Me fue bien.
¿Cuándo sabes si has conseguido el contrato?
—No lo sé.
—Evidentemente no te apetece hablar de ello.
—No puedo hablar de ello.
Peter le agarró la mano y tiró de ella.
¿Importa acaso? —le preguntó.
Supongo que no.
Él le había contado sobre su pasado, sobre su exesposa. ¿Qué más importaba? Pero ¿compartia su alma? ¿Su corazón? ¿Su vida?
Peter la abrazó y tocó su nariz con la suya. Ella sint una excitación que le recorr todo el cuerpo cuando él la besó.
Te he echado de menos —dijo Peter.
Él la besó. A ella le dio igual lo que hubiera hecho en D.C. Él había admitido que la había echado de menos.
Ella lo amaba. Empezaba a ver un futuro para ellos.
Pero él tenía razón. Ella aún soñaba con el traje de novia. Y él le había dejado claro que no quea casarse otra vez.
Peter la besó en la comisura de los labios. Ella le acaric el cabello.
Como siempre, cuando Peter la besaba, su mundo dio vueltas, su cuerpo can, y su mente se abando a las sensaciones.
Peter met la mano por debajo del suéter y le acaric el vientre. Ella se estremeció.
Él dejó de besarla, la miró a los ojos, y volv a besarla. Ella se entregó a aquel beso, y entonces él bajó la guardia y dejó en libertad el deseo.
La pasión explotó entre ellos, pero Peter parec mantener el control. Empezó a frenar su ritmo, y terminó apartándose.
Tiffany debe de haber terminado de dar de comer a Amy —dijo.
Lali sabía que Peter tenía razón. Tenían que ser prácticos. Ahora ella tenía la responsabilidad de una joven madre soltera y su bebé. No podía pensar primero en ella.
Lali respiró profundamente y trató de recomponerse.
¿Quieres quedarte a cenar? —le preguntó.
Me gustaa.

Lali tenía que tener cuidado, se dijo. La habían abandonado muchas veces. Pero una vocecita en su interior le decía que aquella vez sea diferente.

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