jueves, 30 de julio de 2015

Capítulo 30

19
El Especial del Día
¿Todavía tendré que ir a Alabama? 
Después del juego, Federico y yo nos dirigimos a mi camioneta. Él todavía quiere hablar.

En el estacionamiento, pasamos por delante de Pablo y Rocío, que están manoseándose el uno al otro contra el Ford Taurus de su mamá. Elegante.

Música rap de celebración resuena desde la camioneta de Higgins, y Eugenia y Mery están animando a Nicolás a iniciar una fogata.

— ¡Bonito juego, Federico! —grita Paula, sentada en la compuerta de la camioneta de Higgins, exhibiendo un montón de pierna.

—Buen trabajo, Romero. —agrega Higgins, golpeando la espalda de Federico. Y nadie me mira a mí.

Entonces veo a Peter sentado en la compuerta de su camioneta. Con Savannah Bailey parada delante de él, entre sus piernas. La besa, acerca sus caderas contra él y mete los dedos en su cabello castaño, y yo siento un dolor subiendo por mi brazo y hacia mi pecho.

— ¿Hay alguna chica en esta escuela con la que no haya estado? —pregunta Federico, haciendo un gesto con la cabeza hacia Peter.

—Buena pregunta.

Cuando  Peter  se  toma  un  respiro,  me  mira  por  encima  del  hombro  de Savannah. Articula:

—Lo siento.

A pesar de que estoy enojada, le doy una pequeña sonrisa.

—Dame tus llaves —dice Federico, empujando su mano frente a mí.

— ¿Por qué?

—Dame las llaves. No vas a conducir mientras estés alterada.

— ¡No estoy alterada! —espeto.

—Mi papá murió en un accidente de auto, ya sabes.

De mala gana le paso las llaves a Federico; las arranca de mi mano, subimos a mi camioneta y comenzamos a conducir. Un minuto más tarde, recibo un mensaje de texto de Peter:

Lo siento mucho.

Le respondo:

Está bien.

Pero no es tan simple.

Pensar en Peter me causa un dolor sordo en el pecho. ¿Por cuánto tiempo eso estará alrededor?

En la casa de Federico, espero en la sala de estar mientras visita a su madre, a quién todavía no he conocido, luego veo cuando revisa a Vanessa, que ya está dormida. Quita el cabello de su cara y besa su mejilla.

Me siento en la cama de Federico, pero él no se me une. Saca la silla de su escritorio, la voltea hacia mí y se sienta a horcajadas en ella. Cruzando los brazos sobre el respaldo de la silla, apoya la barbilla en sus antebrazos y me mira.

— ¿Estás bien? —pregunta Federico.

—Estoy bien.

—Así que tu papá realmente fue esta noche... Pongo los ojos en blanco.

—Tal vez es el karma por faltar a la práctica por primera vez en la historia.

—Uhm, después del juego, tu papá me presentó a un entrenador de la escuela de tu hermano.

—Era de esperarse —digo, enterrando la cara en mis manos. Pero al igual que con Peter, no seré egoísta. No voy a sacrificar el futuro de Federico sólo porque tengo una relación horrible con mi padre. Mirando hacia arriba, le digo con una sonrisa, una verdadera sonrisa—: Creo que es genial.

Federico se enfoca en la alfombra.

— ¿Segura que estás bien? —Viene a sentarse en la cama conmigo, tomando mi mano entre las suyas—. Siento mucho haberte gritado la otra noche.

—Estoy bien... espera. Hablé con mi papá acerca de su oferta para ayudarte a pagar por el cuidado de tu mamá para que puedas ir a la escuela. —Federico suspira y cae hacia atrás sobre su almohada. Me acuesto sobre la almohada también, captando su olor a jabón—. Y sé que no quieres aceptar caridad, créeme, yo tampoco lo haría, pero ¿estarías dispuesto a considerar un préstamo? ¿Para ser pagado con intereses después de la universidad?

Federico me mira fijamente.

—Intereses.

—Sí, una vez que estés en un equipo de la NFL.

—No hay garantía de que vaya a terminar en la NFL.

—Nunca lo sabrás a menos que lo intentes. Y puedes hacer eso con la oferta de mi padre. Incluso si mi papá es el mayor imbécil del planeta para mí, creo que deberías  aprovecharlo.  Si  no  por  ti,  por  Vanessa.  Serás  capaz  de  ofrecerle mucho más si vas a la universidad.

—Espósito, antes de que pueda aceptar esto, necesito saber si realmente quieres esto.

—Por  supuesto  que  quiero  que  aceptes  el  dinero  y  te  enfoques  en  la universidad.

—Me refiero a nosotros. ¿Quieres salir conmigo?

Tengo sentimientos por él, aunque no son tan fuertes como mis sentimientos por Peter. Es lindo y dulce y entiende totalmente lo que el fútbol significa para mí.

—Sí, quiero.

—Me gustas mucho. Y con todo lo que me ha pasado en los últimos meses, no puedo manejar mucho más.

— ¿Qué quieres decir?

—Cuando me mudé aquí, no sabía lo que iba a suceder. No me importaba nada a excepción de asegurarme que mi mamá estuviera atendida y mi hermana fuera a la escuela. Una vez que resolví eso, por ahora, de todos modos, pensé que podía ser egoísta por un tiempo. Podía jugar un poco con el balón, hacer algunos amigos... y entonces te conocí.

Estoy comiéndome las uñas, sintiendo ese dolor sordo haciéndose mucho más profundo. ¿Quién hubiera pensado alguna vez que Lali Espósito fuera capaz de ser una rompecorazones? Estoy saqueando los corazones de los jugadores de fútbol, a diestra y siniestra. Debe ser el nuevo sujetador de levante.

Él continúa:

—Y me estoy enamorando de ti, me encanta lo motivada y seria eres. No puedo creer todo lo que pasó entre nosotros. Pero si no vas a ser madura y seria respecto a mí, como pensaba que serías, quiero dejarlo ahora.
— ¿Quieres dejarlo?

—Sí. Si vas a seguir escapándote con Peter, a hacer Dios sabe qué, quiero dejarlo. No me gusta cuando no puedo contactarte en tu móvil. Necesito saber dónde estás.

Debo  ser  muy  importante  para  él  dado  que  está  frenético  como  con  su hermana. Contestar un teléfono no es mucho pedir.

—Contestaré a partir de ahora. Siento lo del otro día. Dejé mi móvil en el auto.

—Mentira.

—Bueno. Y no puedo soportar que Peter se quede a dormir en tu casa. ¿Así que no podrías...?

Uhm, de acuerdo. Permitir que Federico tenga voz y voto en mi amistad con Peter es mucho pedir. He estado saliendo con Federico ¿durante qué? ¿Cinco días? ¿Y ya está cuestionando mi amistad con Peter? Supongo que tiene un buen punto. Quiero decir, hace dos días, estaba totalmente dispuesta a terminar esto por Peter. Pero si Peter y yo no podemos estar juntos, y si va a actuar como un idiota, y si va a besar a otra chica delante de mí, no voy a poner mi vida en espera.

No voy a renunciar a mi novio por el mejor amigo que dijo: “Necesito un poco de tiempo a solas.”

—Federico… soy seria sobre tú y yo. Peter ha sido mi mejor amigo durante mucho tiempo, y no puedo imaginar no pasar el rato con él, pero ya no se quedará a dormir. Y para que lo sepas, nunca ha pasado algo entre nosotros. Eres el primer chico al que he querido. Eres mi primero en todo.

— ¿Qué? ¿Por qué no me lo dijiste? Lali... Agarro su mano.

—Estoy bien. Pero lo que no está bien es la forma en que jugaste esta noche. ¿Por qué no hiciste pases para Peter? Federico me mira de reojo.

—Uhm... no sé... supongo que estoy un poco enojado con él. Me enteré que desapareció de la escuela el miércoles, igual que tú. Y ya que no respondiste a mis llamadas... pensé...

Lo interrumpo, inclinándome por un beso. Con este beso, le estoy diciendo a Federico que voy en serio, que seguiré yendo en serio.


Cuando el amor no correspondido es lo más caro del menú, a veces uno se conforma con el especial del día.

6 comentarios:

  1. Igual Lali tiene razón, el la rechazó! Que va a hacer?

    ResponderEliminar
  2. Por temor a quedarse sola está con federico que mal lali, sólo se hace daño a ella mintiéndose

    ResponderEliminar
  3. K poca la d Peter ,no pasa ni un día y se besa con otra.
    Extraña forma d estar "enamorado" d Lali.

    ResponderEliminar