jueves, 9 de julio de 2015

Capítulo 14

7
Peter
 ¿La cuenta? 17 días hasta Alabama

En este juego, Victorio pateó totalmente el culo de los Florida Gators, 21-10. Grité tanto por mi hermano que conseguí ronquera.

Ahora estoy de vuelta en casa, sentada en la cocina, mandándome mensajes de texto con Peter.

Escribo:

¿Cómo fue la fiesta?

Peter me escribe de vuelta:

Nicolás se emborrachó y se enrolló con la novata del almuerzo.

¡Qué mierda! ¿Nicolás realmente se emborrachó?
Él nunca bebe. Espero que no le pase nada.

Sí, fue una locura. Estaba contando con él para llevarme y terminé cargándolo a casa. Es un HDP2 pesado. LOL3.

Lo sé. Me mató con ese saqueo el miércoles. ¿Pablo?

Después de una loca pelea, Pablo y Rocío subieron a la habitación.

Impactante. ¿Estaba Eugenia ahí?

Sip.

¿Y?

Me quedé con Mery de nuevo.

¿Estaba Federico ahí?

Paula pasó todo el tiempo arrojándose sobre Federico

Cuando leí ese mensaje de texto, devolví en mi boca. Le mandé un mensaje de a Peter de vuelta:

¿A Federico le gusta Paula?

No lo creo. Nicolás, Pablo y yo estaremos en tu casa en unas horas x un draft de fantasía.

De acuerdo.

Mamá entra en la cocina, llevando un manojo de girasoles, y los ordena en un jarrón.

— ¿Qué harás esta noche, Lali?

—Los chicos están viniendo. ¿Está bien?                                                                   

Mamá asiente, sacando una botella de agua de la nevera, y toma asiento.

—Gracias por venir a mí juego anoche, mamá.

Sonríe. —No me lo habría perdido. Así que… háblame de Federico Romero. No he visto un mariscal de campo de escuela secundaria como él en años. Tal vez nunca.

—Lo sé.

—Es mejor de lo que lo era tu hermano a los diecisiete.

—Sí, ¡pero no podemos decirle eso a Victorio!

Mamá ríe alegremente. — ¿Estabas molesta con el entrenador Miller por sacarte?

—Oh, diablos, sí.

— ¿Viene  Federico  esta  noche?  —pregunta  mamá.  Mirando  hacia  mí,  empieza  a despegar la etiqueta de su agua embotellada.

—No. Pero lo invité al juego de Papá mañana.

—Ah, bueno no puedo esperar a conocerlo. Parece un joven lindo.

—Sip —digo antes de pensar.

— ¿Oh? —Mamá está sonriendo ahora—. ¿Te gusta como algo más que un compañero de equipo?

Me encojo de hombros.

Mamá dobla las manos juntas y las levanta a su barbilla y su sonrisa se ilumina, es aún más brillante, como la forma en la que el cielo se pone cuando el sol empieza a subir poco a poco sobre el horizonte durante las carreras temprano en la mañana.

Antes de avergonzarme incluso más a mí misma, y antes de que mamá empiece a hablar acerca de sentimientos y mierda, me apresuro fuera de la cocina y corro escaleras abajo.

Más tarde esa noche, los chicos y yo estamos terminando nuestro draft de fantasía mientras comemos la suficiente comida china para alimentar a todos los de la propia China.

Peter se tumba sobre la alfombra y se agarra el estómago. —Recuérdame no comer dos órdenes de pollo General Tso nunca más.

—Oye, Peter —digo.

— ¿Sí? —contesta con una sonrisa.

—No comas dos órdenes de pollo General Tso nunca más.

—Esta sopa de huevo es una completa porquería —dice Nicolás, dándole vueltas a las cosas mocosas de huevo con una cuchara—. No tiene suficiente sal. Y los huevos están rancios.

—Cuando cumpla dieciocho, voy a hacerme un tatuaje —anuncia Pablo.

— ¿De qué? —pregunta Peter.

—Estoy pensando en hacerme algo chino, como justo encima de mi trasero —dice, señalando la parte baja de su espalda.

—Conseguirías un tatuaje de zorra —digo, mordiendo una galleta de la fortuna mientras Peter y Nicolás empiezan a reírse—. ¿Qué diría?

—Estaba pensando trueno o susurro, tú sabes, algo profundo como eso. Peter se levanta sobre un codo y se inclina para susurrar en mi oído:

—Tal vez podríamos pagar al tatuador, y conseguir que escribiera la palabra china para salida.

Me parto de risa. —Totalmente.

— ¿De qué están hablando? —reclama Pablo.

—Creemos que deberías ir por trueno —dice Peter, mordiéndose los labios. Pablo piensa por un momento. —Sí, tienen razón. Trueno, eso es.

—Me haré un tatuaje también —dice Peter, flexionando su brazo izquierdo—. De una chica hula, en mi bíceps.

Sonrío antes de preguntar:                                                                                         

— ¿Qué vas a hacerte, Nicolás?

—Uhm, quizás, como… ¿Llamas? ¿Qué hay de ti, Espósito?

— ¿Tal vez el logo de Alabama? —Señalo el hueso de mi cadera y digo—: ¿Justo aquí?

Peter tose en un puño mientras el móvil de Pablo suena.

—Oye, ¿cómo está mi chica favorita? —dice Pablo, sonriendo perezosamente y reclinándose contra el sofá como si fuera el dios griego a cargo de complacer a las mujeres de la escuela secundaria Hundred Oaks. Demonios, probablemente está esperando que algunas chicas salten fuera del armario y empiecen a abanicarlo  con hojas de palmera  mientras lo alimentan  con  papas fritas—. Estaré ahí en diez minutos —continúa Pablo, poniéndose de pie.

— ¿Quién era? —Pregunta Peter—. ¿La novata pelirroja de la cafetería?

—No. Rocío quiere que le haga una visita. —Pablo guiña el ojo—. Me necesita.

Peter ríe. —Diviértete, hombre.

—Amordázame —murmuro mientras empiezo a limpiar la basura, recogiendo palillos usados y envoltorios de galletas de la fortuna.

Pablo dice:

—Hasta luego. —Y sube corriendo las escaleras y sale por la puerta del sótano. Nicolás se levanta y tira algunos cartones para llevar.

—Me  voy  también,  Espósito.  Necesito  llegar  a  casa  antes  de  que  mi  padre enloquezca.

— ¿Por qué lo haría? —pregunto, tirando latas de Coca Cola de dieta en la papelera de reciclaje.

Nicolás se encoje de hombros, pero parece triste.

—Cree que no estoy durmiendo lo suficiente.

Asiento, entendiéndolo completamente. No puedo imaginar cómo es vivir en casa de Nicolás, donde los batidos de proteínas y las abdominales comienzan el día, y las flexiones de brazos y estar en la cama a las 10:00 pm. Lo terminan.

¿Es por eso que Nicolás se emborrachó anoche? ¿Necesitaba una liberación o algo?

—Eso es genial —digo, no queriendo empujar a Nicolás a hablar si no quiere hacerlo.

— ¿Estás seguro de que no vas a reunirte secretamente con esa novata ardiente de anoche? —dice Peter, una sonrisa extendiéndose por su cara.

—No —deja escapar Nicolás—. No debería haber hecho eso… quiero decir, ni siquiera le gusto a Stacey. —Parece seriamente destrozado—. Es una buena chica.

—Lo entiendo —dice Peter, palmeando en la espalda a Nicolás—. Después de la práctica el lunes, vamos a ir a las jaulas de bateo, ¿bien?

—Genial  —dice  Nicolás,  chocando  puños  con  Peter  y  conmigo  antes  de dirigirse escaleras arriba.

Así que ahora estamos sólo Peter y yo. Me dejo caer en el sofá y agarro el mando a distancia, esperando por completo que se vaya en pocos segundos. Estoy segura de que tiene montones de chicas sin nombre esperando por él.

Ojeando los canales, paro en ESPN mientras Peter se sienta en el cojín del sofá a mi lado. Se desploma y cierra los ojos, y aun cuando estaba actuando normal hace un par de minutos, puedo sentir tristeza irradiando de él como vapor elevándose del asfalto caliente en verano.

— ¿Puedo quedarme otra vez? —pregunta Peter finalmente.

—Claro. ¿No vas a salir? —Estoy sorprendida, y contenta, cuando dice que prefiere  quedarse  antes  que  salir  con  la  porrista  del  día.  Me  siento  mejor cuando sé que está seguro y no afuera haciendo algo loco o imprudente, como conducir su camioneta a 130 kilómetros por hora a través de un lodazal.

—No esta noche. —Me mira y se pasa la mano por el cabello—. ¿Tú no vas a salir tampoco? —pregunta.

— ¿Qué podría hacer? Pablo y Nicolás acaban de abandonarnos. Eres todo lo que me queda —digo, riendo.

— ¿Qué hay de Federico?

Siento sonrojarme, mi cara encendiéndose como una fresa. —Eh… no sé. Va a venir al juego con nosotros mañana.

— ¿Oh en serio? —suspira, agarra el mando a distancia, y empieza a cambiar a  través de los canales.

—Peter… ¿Qué pasa? Por favor habla conmigo.

—No pasa nada.

—Estoy preocupada por ti.

— ¿Podemos irnos a dormir ahora? Estoy cansado.

No tengo nada mejor que hacer, por lo que bien podría conseguir una buena noche de sueño. Tengo que intentar ponerme guapa para Federico mañana, y si sólo consigo un par de horas de sueño, estoy segura de que pareceré un gremlin. Así que me levanto, extiendo ambas manos, y levanto a Peter del sofá, y vamos escaleras arriba a mi habitación. Se quita su camiseta y jeans y se pone un par de mis pantalones de maya mientras me cambio a un pantalón de chándal y una camiseta. En mi cuarto de baño, nos cepillamos los dientes juntos, luego colocamos nuestros cepillos de dientes en el soporte.

Justo cuando me dirijo a la cama, agarra la pequeña lata de mantequilla de karité del mostrador y saca la tapa. Toma una bocanada de ella. —Ñam. Así que este es el por qué has estado oliendo mejor últimamente —dice, su pecho lleno de risa.
Arrancándoselo de la mano, digo:

—Dame eso. —Pero me lo arrebata de nuevo. Toma un poco de la mantequilla de karité y se la unta en las manos y brazos, sonriendo y oliéndose a sí mismo.

Pongo los ojos en blanco y me dirijo a la cama.

Tiro hacia atrás la colcha y me arrastro,  Peter se acuesta junto a mí, apestando a mantequilla de karité. —Ugh. Hueles —digo—. Gírate. Tenemos que dormir cabeza con pies. Órdenes de mamá.

—No podemos esta noche. He escuchado un rumor de que tienes pie de atleta, y no puedo arriesgarme a tenerlo en mi nariz.

Riendo, lo golpeo con una almohada. —Si no te comportas, tendrás que ir a dormir en la habitación de Victorio.

— ¡No! —dice Peter bruscamente. Rápidamente se escabulle alrededor y se mueve hacia el otro extremo de la cama.

— ¿Aún estás asustado de la habitación de Victorio? —digo, riendo.

Deja caer la cara en la almohada que acabo de lanzarle. Con una voz apagada contesta:

—No, sólo prefiero quedarme contigo.

—Apuesto a que aún estás asustado de esa habitación debido a tu sueño de la ballena.

—No estamos hablando de esa espeluznante ballena. Esa cosa de la casa embrujada fue muy jodida.

—Hombre, no era una casa embrujada. Era una venta benéfica de Halloween de la iglesia.

Peter ríe. —Lo que fuera, fue jodido.

Han pasado nueve años desde que Nicolás nos invitó a esa venta benéfica de Halloween  en  su  iglesia.  En  lugar  de gente  espeluznante con  máscaras de Freddy Krueger persiguiéndonos con moto sierras, o gente recreando la mierda de la bruja de Blair, todos los puestos eran de temática bíblica. La iglesia había convertido su largo y oscuro vestíbulo en una réplica del interior del estómago de una ballena, así la gente podía experimentar cómo fue para Jonás después de ser tragado.

Caminando por ese vestíbulo casi negro como el carbón, palpé las paredes y descubrí que habían colgado bolsas de plástico cubiertas de Jell-O5 y Spam6 para simular las entrañas de la ballena. Una banda sonora de sonidos de ballena y olas rompiendo se reproducía en un equipo de sonido barato, y globos de agua rellenos de pudín cubrían el suelo. ¿Órganos internos en miniatura?

Pensé que era la cosa menos convincente de todos los tiempos.

¿Peter? Bueno, Peter se puso frenético. Debía tener algún profundo temor a las ballenas o algo porque agarró mi codo y lloriqueó. Lloriqueó. No me burlé de él, sólo cubrí su mano con la mía y lo empujé a través del estómago de la ballena. En lugar de tres días, estuvimos allí durante aproximadamente treinta segundos.

Más tarde esa noche, Peter se quedó a dormir en nuestra casa. Siempre se había quedado en la habitación de Victorio, pero a mitad de la noche, Peter se coló en mi cama porque había tenido un sueño horrible en el que había sido comido por una ballena.

Se había quedado en mi habitación desde entonces. —Definitivamente aún estás asustado de la habitación de Victorio.

Mira hacia arriba desde la almohada y sonríe. —Por favor déjame quedarme. Prometo que me comportaré.

—Bien  —digo,  pero tan  pronto  como  estamos  tumbados cabeza  con  pies, empuja sus pies envueltos en calcetines justo en mi cara.

Mi despertador me despierta a las 9:00 am. Me muevo para apagarlo y me doy cuenta de que el brazo de Peter está envuelto alrededor de mi estómago.
¿Cómo consiguió darse la vuelta en mi cama?

—Peter, suéltame… —farfullo, apartándolo así puedo darle al botón de repetición. Luego ruedo de vuelta a mi almohada, y se mueve de nuevo más cerca y envuelve un brazo sobre mí otra vez. Hociquea contra mi cuello. Estoy empezando a preocuparme más y más por él.

Paso mi mano a través de sus rizos durante unos pocos minutos hasta que absolutamente tengo que levantarme. Saliendo de la cama, tiro de las mantas sobre él. Es obvio que está demasiado deprimido y fuera de combate para ir al juego hoy, así que ni siquiera me molesto intentando despertarlo.

Después de una ducha rápida, me pongo algo  de ropa interior negra que encuentro en mi aparador, cortesía de mamá. Al salir del cuarto de baño, me paso unos treinta segundos en mi armario. Aunque odio llevar algo involucrado con una falda, tengo que vestirme bien si quiero sentarme en el palco titular, así que me pongo un sencillo vestido negro y me deslizo en unos zapatos planos plateados.

Antes de irme, me siento en mi cama y doy palmaditas en la cabeza de Peter. Apenas abre los ojos, me da una leve sonrisa y entierra su cara en la almohada de nuevo.

—Te llamaré después del juego —digo—. Quédate el tiempo que quieras.

—Gracias, Espósito. Diviértete con Federico —dice en la almohada—. Enséñale esa ropa interior que llevas, lo pondrá salvaje.                                                                        

Golpeo a Peter en el hombro. Considerando que hemos estado pasando el rato desde que teníamos siete años, estoy segura de que me  ha visto en ropa interior un montón de veces, pero nunca la había mencionado antes.

— ¿Por qué estabas mirándome mientras me cambiaba? —exclamo.


—Uh, ¿porque soy un chico? —voltea la almohada y la golpea, esponjándola. Luego se da la vuelta y cierra los ojos de nuevo.

6 comentarios:

  1. falta mucho para que se vaya federico!

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  2. Petrr es genial jaja me encanta
    Massssssssssss
    -Yov

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  3. Ya quiero q federico decepcione a lali

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  4. Ay me encantaannn
    La pequeñas acciones de peter me matan de ternura
    Maass

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  5. holaaaa no se supone que la arias laliter?...... aun sigo sin entender...... deberias entonces cambiar la sinopsis y colocar a fede que es quien esta peleandole el puesto de mariscal de campo a lali en lugar de peter

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