Hola, buenas noches lectores solo para avisarles que ya actualice todos los capítulos y por la paciencia les subí uno hoy.
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Estúpida Camiseta Ajustada
— ¿Qué
demonios está mal contigo, Peter? —digo, empujándolo contra un casillero.
—
¿Qué? —dice, empujándome de vuelta.
—Te
dije que llevaras a Federico a casa, no que dejaras que fuera molestado por Paula.
—
¡Él no estaba quejándose anoche! Creo que pasó un buen momento. Sacudo mi
cabeza.
—
¿Qué te importa lo que él hace, Espósito? —Sonriendo, arquea sus cejas hacia mí
y mira hacia mi camiseta negra.
—No
me importa. Peter sigue sonriendo.
—Sí,
eso es mentira. ¿Desde cuándo te pones camisetas así? Nunca podemos ver tus
senos. —Lo empujo de nuevo—. Joder, Espósito, ¿te gusta este chico o algo así?
—susurra, empujándome de vuelta.
Me
muevo para empujarlo otra vez, pero él salta fuera del camino. Malditos
reflejos de bailarina.
—Me
importa mi equipo. Federico me dijo que no lo llevaste hasta tarde. No deberías
estar fuera pasada la medianoche dos días antes de nuestro primer juego.
—
¿Así que él llegó a casa entonces?
—
¿Qué quieres decir?
—No
me dejó llevarlo hasta su casa. Me hizo dejarlo afuera en la carretera. Fue
extraño, pero pude decir que hablaba en serio. No quería que estuviera en algún
lugar cerca a su casa.
¿Qué
tan fea podría ser su casa? La mitad de los chicos en mi equipo viven en remolques…
no puede ser peor que eso.
Miro
fijamente a los ojos y la cara bronceada de Peter, que se ha llenado de
granitos últimamente. Él nunca solía tener acné, pero ahora tiene un poco de
éste.
— ¿Peter?
—digo, agarrando su mano.
—
¿Sí? —dice él, enterrando su otra mano en su alocado cabello.
—Uhm,
me estoy preguntando si todo está bien contigo. ¿Estás estresado o algo así? Suspira
y se inclina contra los casilleros.
—Sí…
quizás un poco.
—
¿Es Eugenia? Sacude su cabeza.
—
¿Entonces qué pasa?
Aleja
los rizos de su frente y mira hacia sus chancletas.
—No
sé… pasan muchas cosas… Papá nunca está en casa y mamá está más triste que
nunca… estoy preocupado por la universidad. De verdad quiero ir y creo que una
beca por fútbol es la única manera en que mi familia será capaz de darse el
lujo.
Juzgando
por sus ojos mirando alrededor y el familiar tic de su boca, puedo decir que
está escondiendo algo. Pero froto su brazo de cualquier manera y le sigo la
corriente.
—Lo
sé. Pero eres genial… simplemente sigue jugando duro y estarás bien. Y estoy
segura que puedes conseguir dinero ya que tienes buenas notas.
Se
queda mirando los avisos enclavijados por todo el tablero de anuncios al otro
lado del pasillo.
—Eso
espero. Mi futuro está en el fútbol.
—Lo
entiendo —digo, y alejando la mirada de Peter, noto que Federico viene por el
pasillo. Se detiene un segundo cuando me ve con Peter, pero sólo pasa por
nuestro lado y no dice nada mientras entra en el salón de arte.
Peter
sonríe, sacudiendo la cabeza.
—Escucha,
no le diré nada a nadie sobre que te gusta Federico. Lo prometo. Hago una
mueca.
Choca
su puño con el mío, luego pone un brazo a mí alrededor y camina por el pasillo
hacia la clase de apreciación musical. Ahora que somos de último año y sólo nos
concentramos en el fútbol, lo juro, estamos tomando algunas de las clases más
estúpidas. Hoy vamos a aprender sobre cómo tocar el xilófono.
—Sólo
sigue vistiendo esas camisetas —dice con un guiñó—. Con seguridad notará esos
senos.
Antes
de que la clase de apreciación musical/xilófono empiece, Peter y yo estamos
inclinados sobre un pedazo de papel, jugando Ahorcado. Yo anoto:
_ _
_ / _ _ _ _ _ _.
—La
categoría es jugadores de fútbol famosos.
Peter
dice E, y dibujo una cabeza colgado de un lazo.
—A
—dice, y lleno la segunda letra en ambas palabras. Luego Mery camina hasta
detrás de nosotros, mira sobre el hombro de Peter hacia el Ahorcado, y dice:
—Yo
lo sé.
Bufo,
y Peter me codea por el costado y me lanza una mirada. La pone sobre su regazo
y envuelve un brazo alrededor de su cintura. Me enderezo cuando le da un beso
en los labios.
—Desearía
que pudieras haber salido con nosotros ayer, Lali —dice Mery, y me encojo de
hombros—. Federico estuvo preguntando por ti.
—
¿Qué? ¿Midiendo a su competencia? —le pregunto a Peter, que empieza a mirar a
los idiotas tratando de golpearse con platillos al otro lado del salón.
—No
—dice Mery, sonriendo—. Él quería saber en qué estás interesada. También quería
que hubieras salido.
Me
enderezo aún más.
—Tenía
cosas que hacer.
—
¿Cómo va la preparación para Alabama? —me pregunta Mery mientras pone un brazo
alrededor de los hombros de Peter.
—
¿Por qué quieres saber? —pregunto.
—Sé
que es importante para ti —murmura. Luego se levanta del regazo de Peter y
camina de vuelta a su escritorio—. Dan Marino —dice sobre su hombro.
¿Cómo
diablos sabía la respuesta?
Empiezo
a llenas las otras letras, y Peter susurra en mi oído:
—No
todas las chicas son malas.
—No
lo sabrías, porque ellas están adulándote todo el tiempo. No ves cómo Paula y Rocío
tratan a las otras chicas, cómo me tratan en los vestuarios y en el baño, y
antes en…
Me callo,
no queriendo hablar
sobre lo que
sucedió en séptimo
grado, y empiezo a dibujar el
logo de Alabama Roll Tide.
Peter
susurra:
—De
verdad dudo que Mery alguna vez te haya dicho algo malo. Me encojo de hombros
de nuevo.
—Dale
una oportunidad —dice Peter—. Apuesto que te gustará. —Me quita el bolígrafo de
los dedos, pone el papel más cerca de él, y escribe:
_ _
_ _ _ _/_ _ _ _ _.
—Dan
Marino —dice con una sonrisa—. Lo supe desde el segundo en el que lo
escribiste.
—Mentira
—digo, y él golpea mi muslo y reímos.
—A
—digo, y Peter dibuja una cabeza. Él mira hacia Mery.
Lo
miro, y digo:
—Oye,
Mery. Ven a ayudarme a adivinar el acertijo de Peter.
Después
de la escuela, Pablo y yo salimos de mi camioneta y nos dirigimos a la Choza de
Pasta de “Todo lo que puedas comer” de Joe. No sé por qué Joe decidió llamar a
este lugar una chabola, considerando que las chabolas no hacen que nadie piense
en Italia, pero la comida es sorprendente. Antes de cada juego, Pablo y yo
venimos aquí y recargamos carbohidratos por horas. Hemos estado haciendo esto
por casi siempre. No sólo nos da la oportunidad de desestresarnos, sino que
comemos toneladas de comida mientras hablamos de estrategia.
Tomo
nuestro lugar de siempre, y Pablo se aprieta al otro lado de la cabina. Tengo
que poner la
mesa hacia mí
así él encajará
cómodamente. Joe viene
y ordenamos agua y nuestros primeros platos de espagueti.
—Entonces
—le digo a Pablo—, ¿listo para mañana?
—Sí…
nada de qué preocuparse. Es sólo Lynchburg —responde Pablo, tomando un trago de
agua. Saca un bolígrafo y un libro de crucigramas de su bolso. Hace clic con el
bolígrafo y revuelve el libro. Así es como se desestresa—. ¿Estás preocupada?
—pregunta.
—Diablos
no, no estoy preocupada por Lynchburg.
—
¿Preocupada por algo más? —Levanta la mirada de su libro y mira hacia mi cara,
luego hacia mi camiseta. ¿Por qué rayos me puse esta camiseta ajustada?
Gracias x subir la nove massssss
ResponderEliminarHay algo que no entiendo! El mejor amigo de lali que se llamaba gaston ahora es peter, y el chico nuevo que le gusta es federico? Es que me confundi un poco
ResponderEliminarYov (:
Te sugiero que vuelvas a leer de nuevo desde el capítulo 1, porque cambie de nombres a varios.
ResponderEliminarMassss
ResponderEliminarAy iba terminar con gas! Su mejor amigo, morí d ternuraaa
Con razón no entendía porque estaba tan amigable con peter , tendré q leerla otra vez
ResponderEliminarJajaajaja,no están acostumbrados a verla con esas camisetas.
ResponderEliminarse supone que corregirías los caps anteriores y colocarias los nuevos estilo laliter y por lo visto aun no se ve que sea laliter por que siguen lo mismo al igual que este espero que los otros si sean laliters como dijiste que seria
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