miércoles, 21 de agosto de 2013

Capítulo Final

—¿En tu colegio había hijos de mafiosos?
—Varios —contestó ella, tan tranquila. Claudia y Peter se miraron, incrédulos.
—Mi hijo está casado con una chica muy rara.
—No estamos casados, mamá.
—Sí lo estáis.
—No lo estamos, pero lo estaremos —sonrió entonces Lali.
—¿En serio? Quiero decir, sí, claro. Vamos a casamos.
—Pues sí. Tenemos que casamos.
—¿De qué estás hablando?
—Que la reunión de antiguos alumnos de mi colegio es dentro de seis meses —contestó ella.
—He prometido no ir a más reuniones de esas.
—Pues tenemos que ir. Ya he enviado una carta confirmando mi asistencia.
—¿Tienes que enviar una carta?
— Los colegios caros son así.
Lali lo miró para ver si parecía enfadado,  pero no lo estaba. Sus ojos verdes brillaban, contentos.
—¿Has oído eso, Allegra? Vamos a ir a Nueva York. Te enseñaré dónde conocí a tu mamá... y dónde estuviste a punto de nacer.
—Desde luego — rió Lali.
—Supongo que hoy voy a tener que romper más de una promesa.
—¿A qué te refieres?
—Hace años prometí que no me casaría mientras estuviera en el circuito de carreras. Es duro, Lali. Los viajes, las horas... Hay muchos divorcios.
—No quiero que dejes algo tan importante para ti, cariño.
—Te lo agradezco, pero me preocupa. No quiero que nos peleemos, ni que me eches de menos. No sé qué hacer. Excepto dejar el circuito.
Lali se quedó pensativa.
—Quizá no tengas que dejar el circuito.
— Tengo que hacerlo. Tú eres lo primero para mí y a Jude Barrett le da igual que sus mecánicos estén casados.
—No estarás casado con Jude Barrett, sino conmigo. ¿Has pensado alguna vez en patrocinar un coche? ¿O en tener tu propio equipo?
—Claro qué lo he pensado. Ese es mi sueño, pero... nunca tendré dinero suficiente.
—Pero yo sí —sonrió ella—. No, no digas nada. 
—¿Mi propio equipo? Si lo hacemos, quiero devolverte todo el dinero que inviertas.
—Muy bien. Como cuando nos casemos, lo mío será tuyo y viceversa...
—No sé qué decir, Lali.
—Di que sí, tonto — intervino Claudia.
Peter soltó una carcajada. Y después se inclinó para besar a su prometida.
—Muy bien. De acuerdo.
—Entonces, está decidido.
Lali pensaba que iba a morir de felicidad. Así tenía que ser la vida: feliz, completa, llena de promesas.
—Ah, por cierto, ¿sabes quién vendrá a la reunión de antiguos alumnos con nosotros?
—¿Allegra?
—Claro. Pero también vendrá otra persona.
—¿Quién? —preguntó Peter.
—Clovis. Estoy deseando presentarle a tu madre —rió Lali.
—Oh, no. Mamá, ten cuidado con ella.
—¿Quién es esa Clovis?
—Mi ama de llaves, secretaria, enfermera y perro guardián. Ah, por cierto, los padres de mi difunto marido también estarán allí.
—No.
— Es que son patronos del colegio. Pero te encantará .
Peter apoyó la cabeza en el techo del coche.
—Genial. No, estoy de broma. Yo querré a quien tú quieras. ¿Hay algo más que deba saber?
—Sí. Tengo tres hermanos muy peleones. Y mis padres también irán a la reunión. ¿Sigues queriendo casarte conmigo?
Él la abrazó, abrazando a la vez a Allegra.
—Quiero casarme contigo. He querido hacerlo desde que te vi en el ascensor.
—¿ Qué ascensor? — preguntó Claudia.
Los dos se volvieron para mirarla. .

— Tenemos que volver a casa para que no se queme el pastel, así que te lo contaremos por el camino. Pero el ascensor fue muy importante. Tan importante que si Lali y yo tenemos un hijo, puede que lo llamemos Otis —rió Peter
FIN. 

2 comentarios:

  1. a mi me gusto mucho tu adaptación.... vas a subir otra???
    @ROCHI16TA

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  2. Acabe en tu blog y de leer esta adaptación y esta genial!!

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