domingo, 10 de enero de 2016

Capítulo 5

En  su  interiorLali  sabíquPeter  erun  hombrmuy  distinto  su exnovio. Peter era intenso, apasionado.

Lali cerró la puerta y pensó que le venda bien tomar un café y pastel con su padre para recuperar el equilibrio. Y para aliviar el temor de que su padre volviera a caer en el alcohol. 

—No debimos venir —dijo Lali—. Estás cansada. Habían ido a casa de Kylie la noche del jueves.

Kylie estaba embarazada de seis meses y llevaba un peto. Parecía cansada, y Lali no podía imaginarla haciendo las tareas del rancho además de cumplir con su trabajo en la ciudad.

—Estoy bien —protestó Kylie.

Tienes que cuidarte, y cuidar al bebé también —le dijo Candela.

—Lo estoy haciendo.

—Espero que no estés levantando peso —le advirtió Lali, que notó que la televisión de plasma que había comprado Alex para ver el rodeo ya no estaba.

Dix no me deja, ya sabes.

Dix Pepperdale había sido el encargado del rancho desde los tiempos de Jack Warner, el suegro de Kylie, que había muerto. Había cuidado a Kylie como a una hija.

¿Qué tal el nuevo potro?

Muy bien contestó Kylie con una sonrisa—. Feather ya no me tiene miedo, al menos no tanto como antes. Espero que esta semana pueda hacerla comer de mi mano.

Kylie había adoptado un potrillo salvaje.

—Realmente me está ayudando… a superar la muerte de Alex. Es tan extraño… Lo echo de menos. Aunque yo estaba pensando en dejarlo, antes de casarnos éramos amigos.

Lali pensó en Alex. Recor al joven vaquero que nunca había crecido. Había sido un niño mimado. Y no había estado preparado para el compromiso. Pero Kylie lo había descubierto demasiado tarde.

¿Has sabido algo de Brock? —preguntó Candela. Kylie du un momento.

—Llamó unos días después del funeral.

Era extraño que Kylie no se lo hubiera dicho antes.

Tenía su dirección en Texas y lo llamé allí. Dejé un mensaje diciéndole que me llamase. No lo recib hasta después del funeral. Andaba por ahí, buscando petróleo. No recib mi mensaje hasta que volv al campamento base.

¿Le dijiste que estabas embarazada? —preguntó Lali.

Kylie había aceptado el trabajo de entrenadora de caballos en Saddle Ridge a los diecisiete   años Com había   vivido   allí,   se   había   encontrado   con   Brock,   el hermanastro  de  Alex,  cuando  éste  vola  a  su  casa  en  las  vacaciones  de  la universidad. Y Lali sabía que, de adolescente, Kylie sena fascinación por Brock Warner.

Después de un momento de duda, Kylie contestó:

Sí, se lo he dicho. Y me he enterado de algo que Alex no me dijo.

Sospechando que haba muchas cosas que Alex no le había dicho, Lali preguntó:

¿Qué?

—Brock lleva divorciado un año aproximadamente.

Brock tenía ascendentes apaches y siempre se había sentido un ciudadano de segunda en el rancho, sobre todo porque para Jack Warner Alex había sido su hijo favorito. Y Brock se había abierto camino como geólogo en Texas.

—Le he dicho a Brock que todo va bien aquí. No podía decirle la verdad. Necesito tiempo. Tengo que levantar el rancho. Es el futuro de mi hijo.

¿Qué vas a hacer si regresa Brock y quiere venderlo?

Lali era realista. El testamento de Jack Warner había dejado a Kylie en un apuro. Warner se lo había dejado a Alex siempre que éste viviera allí y lo explotase. Si lo vendía, la mitad ia a parar a Brock. Y eso sea lo que pasaa con Kylie.

—Realmente no puedo pensar en eso ahora. He vendido la televisión. El dinero lo estoy usando para gastos. He anunciado el toro mecánico en el periódico, y espero obtener un buen precio por él. Con eso poda pagar los impuestos. El ganado no dará suficiente dinero este año.

Tal vez pueda tomarme vacaciones después de que nazca el bebé para venir a ayudarte —dijo Lali.

Los ojos de Kylie se llenaron de lágrimas.

Gracias, pero ya veremos qué pasa. Si consigo alquilar los establos a unos cuantos caballos más, poda compensar el dinero que estoy perdiendo por no entrenarlos durante el embarazo. No puedo arriesgarme a caerme.

Todaa tienes colchas tejidas a mano, Kylie. Puedes venderlas.

—He vendido una cuantas para comprar a Feather, y para pagar las facturas del veterinario. El resto lo he ahorrado para emergencias.

Kylie se so la nariz con un pañuelo de papel y se lo guar en el bolsillo.

¿Y, qué tal va el agente del FBI? —preguntó Kylie, evidentemente cansada de ser el centro de atención.

—Es una buena pregunta bromLali—. No he sabido nada de él desde el lunes y no sé si ha avanzado en la investigación. Le dejé un mensaje ayer pero no me ha llamado.

—Y no vas a llamarlo —dijo Candela con una sonrisa.

—No. La verdad es que no. Creo que voy a pasar a verlo después de dejarte a ti.

Sabemos que tú no te duermes en los laureles brom Kylie.

Lali sint esperanzas al ver luz en la casa de Peter. Aunque podía ser que dejase una luz encendida cuando se marchase, para no entrar en una casa a oscuras.

Pero no sabía si los hombres pensaban en esas cosas

Sub al porche y tocó el timbre. Momentos más tarde volv a tocar.

Y de pronto aparecPeter descalzo, con el pelo despeinado, y la camisa abierta delante. Parecía haber estado durmiendo.

Ella fue incapaz de decir nada.

Me he quedado dormido en el sofá —dijo él.

Yo Mmm… No me has llamado

Iba a hacerlo. Volví de una búsqueda a las seis. Tuve intención de descansar un poco en el sofá, pero miró su reloj—. Han pasado horas, no minutos Pasa.

El salón estaba a oscuras. Peter encendió una mpara. La luz iluminó un sofá de piel marrón. Lali se quitó la chaqueta y se sentó en un sillón.

¿Dónde estuviste trabajando?

—Cerca de Yellowstone. Un chico que estaba acampando con la familia. Lo hemos encontrado a última hora de esta tarde.

¿Se encuentra bien?

—Está un poco conmocionado, con sed y hambre… Pero está bien. Hacía veinticuatro horas que había desaparecido y sus padres estaban desesperados — Peter se frotó la barbilla—. Es por eso que tengo este aspecto de haber salido de la jungla

Ese era exactamente el aspecto que tenía, pero estaba tan sexy, que ella sint un cosquilleo en su interior.

Siento molestarte, pero como no has contestado mis llamadas Creía que me estabas evitando.

—Lo estaba haciendo. No he tenido noticias de la madre de Amy, y después de ese beso, sabía que iba a haber mucha tensión entre nosotros.

Ella no estaba segura de que lo que estuviera sintiendo fuera tensión, sino un fuego en el cuerpo Se preguntaba si él sentia lo mismo.

Pero  Peter  era  un  hombre  con  el  que  no  quea  tener  una  relación.  Ella prefea alguien más sincero, más transparente.

Aquel hombre, sospechaba Lali, debía de tener mucha práctica en ocultar sus sentimientos, y hasta ocultar quién era verdaderamente.

—Haya o no tensión entre nosotros, tengo que saber si ha habido novedades.

Ponte cómoda. Ve a la cocina, si quieres. Hay chocolate caliente al lado de las tazas. Me daré una ducha rápida. Luego hablaremos. A no ser que no tengas tiempo.

Tengo tiempo respondió ella.

Quea saber más sobre Peter, conocerlo más.

Peter volv a los diez minutos y agarró la taza de chocolate que ella había servido para él.

Gracias —dijo con una medio sonrisa.

Estaba muy atractivo con el pelo húmedo, aquella camisa bordada y aquellos vaqueros, pensó ella.

Llevaron las tazas al salón. Él se sentó al lado de Lali en el sofá. La atracción seguía allí, era evidente.

—He encontrado información, aunque no es suficiente para actuar. He enviado la ropa a un especialista en fibras para que la analice y la identifique. La buena noticia es que sólo una tienda de Wyoming la ha pedido. Está en Laramie. La mala noticia es que la dueña de la tienda tiene problemas con el ordenador y no lo tendrá bien hasta la semana que viene. Va a enviarme un correo electrónico cuando encuentre el nombre de los compradores.

Lali había tenido esperanzas de que la investigación hubiera dado más frutos.

Mientras tanto, a Amy podan llevarla con una familia. Candela tiene una entrevista mañana con una pareja.

Lali  se  había  quitado  la  chaqueta  y  la  había  dejado  en  una  silla.  Y  sus hombros prácticamente se rozaban con los de Peter.

Peter se giró hacia ella y dijo:

—Esto no es una ciencia exacta, Lali. A veces, el resultado depende de la suerte. Lo mejor para esa criatura sea estar con una familia.

—Lo sé. Sólo que…

Que te identificas con ese bebé dijo él—. Tus padres biológicos te abandonaron, y según tu padre adoptivo, tu madre adoptiva también lo hizo.

—Ella no me abandonó, exactamente. Me dejó con mi padre.

—No te llevó con ella, y eso es lo que una madre debea hacer. Cuando mis padres se divorciaron, yo era lo suficientemente mayor como para elegir. Decidí irme a California con mi padre. Pero a los seis años, supongo que queas estar con tu madre.

—Lo que queamos mi padre y yo no le importó. Lo único que le importó a ella fue el hombre del que se había enamorado.

Tu padre ha dicho que se mu a Indiana —dijo Peter.

Peter, su nuevo marido, tenía familia allí. Decidieron empezar de nuevo en otro sitio. Creyeron que era lo mejor para todo el mundo. Pero no lo fue. La noche que se marc mi madre, mi padre empezó a beber y no dejó de hacerlo hasta hace tres os.

¿Y cómo lo dejó?

Yo no me había dado cuenta, pero todos esos os fui exclusivamente yo quien se hizo cargo de él. Candela y Kylie me animaron a pedir ayuda, así que finalmente fui a Alcohólicos Anónimos. Me di cuenta de que yo tenía que cambiar tanto como él. Así que le dije a mi padre que me iba de casa, que compraa una, y que él tenda que ocuparse de sus facturas. Eso quea decir que tenía que trabajar regularmente. Hasta entonces había sido contable.

Pero sólo trabajaba cuando tenía ganas, o cuando necesitaba dinero. Creo que no me tomó en serio hasta que firmé un contrato por la casa, hice las maletas y me fui. Tenía una vecina que le echaba un ojo y durante una semana más o menos, sé que beb más. Luego se apuntó al programa de rehabilitación del hospital y empezó a ir a reuniones de Alcohólicos Anónimos. Durante muchos años, cada tanto lo dejaba, pero luego volvía a beber. Así que ahora ruego que no ocurra. Pero supongo que me preparo para lo peor por si acaso.

—Hiciste lo que debías hacer. Lo has hecho responsable de su vida —le dijo Peter con admiración.

Kylie y Candela la habían apoyado, pero por las noches, cuando estaba sola, no dejaba de pensar en su padre. Se había sentido muy sola.

Tuve tanto miedo cuando le dije que me mudaba Después creo que mi padre me respetó más. El problema es que sabe que yo no confío en que no vuelva a beber.

¿Tuviste noticias de tu madre adoptiva?

Me manda una tarjeta de navidad una vez al año —dijo, como si no le doliese que su propia madre no le enviase verdaderas cartas y felicitaciones para el cumpleaños. Sólo que no era su verdadera madre. Era su madre adoptiva.

Si llego a ser madre algún día, mi hijo sabrá cada minuto del día que su madre lo ama, mientras yo viva.

Cuando miró a Peter vio compasión en sus ojos, y le dieron ganas de llorar. Pero no lloró. No había llorado mucho desde que tenía seis os y su madre se había marchado.

—No sé por qué te cuento todo esto

—No me importa escucharte…

Supongo que tienes que saber escuchar para atrapar a los delincuentes. Él no contestó.

Sí, ya lo sé. No quieres hablar de ello. Y ya me has contado lo que sabes.

Ella poda haberse ido, pero se sena bien al lado de Peter, cerca del calor de su cuerpo

¿Vas  a  llamarme  cuando  te  manden  ese  correo  electrónico?  —pregun Lali.

Sí, te llamaré.

Se quedaron en silencio un momento. Las sombras del salón parecieron hacerse más íntimas. Sólo se oía el ruido del frigofico.

—Hay un baile en el rancho de Wilkins el sábado por la noche. Estamos juntando fondos para mejorar la escuela primaria —de pronto dijo Peter.

¿Estás involucrado en ello?

Él tenía fama de solitario, pero parecía que hubiera causas que lo apasionaban.

Voy a dar una donación y por ello me dan dos entradas. Si tienes algo mejor que hacer, lo comprendo

Lo dijo como si le diera lo mismo que fuera o que no.

Me gustaa ir, pero no me acuerdo de cómo se baila. Supongo que tú sí, ¿no?

—Con que aprendas unos cuantos movimientos es suficiente. Te irá bien. ¿Eres buena en seguir directrices?

Depende.

De  si  quieres  o  no  seguirlas.  Sólo  tienes  que  seguirlas.  Enseguida  lo aprenderás.

¿Es esto una cita? preguntó ella. Él frunc el ceño y contestó:

Prefiero no etiquetarlo. Pero te pasaré a buscar y te llevaré de vuelta a casa
luego le puso la mano debajo de la barbilla para que lo mirase.

¿Iba a besarla otra vez?

Peter la mi. Ella anticipó la sensación de sus labios, la caricia de su lengua, su piel áspera contra la suya.

Pero él no la besó.

Bajó la mano y se apartó.


Lali se dijo que tal vez el sábado por la noche no tuviera una cita, pero si no tenía cuidado sea un desastre.

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