sábado, 23 de mayo de 2015

Capítulo 1

Cada ráfaga de viento lanzó diminutos fragmentos de aguanieve al rostro ya congelado de Lali Espósito. Todavía no había visto al chico que la llevaría, Peter Lanzani, pero ya no le agradaba. Él dijo que a las dos en punto, y ya eran veinte minutos después. Si había algo que ella odiase, era no mantener su palabra. Si dices algo, por el amor de Dios, hazlo. Especialmente si eso significa que estás dejando a alguien afuera para morirse de frío.

Lali agarró su café frío y se reforzó contra el viento penetrante, mientras esperaba fuera en el Memorial Union por su largo viaje hacia el norte con un completo desconocido. Nada  acerca de estas vacaciones se sentía familiar o correcto.

Desde la repentina separación de sus padres el junio pasado, su madre había empezado a comportarse diferente. Decidarrastrar a Lali y a su pequeña hermana hasta la cabaña de algún tipo llamado Nicolas para las vacaciones de Navidad. Lali tembló.

Así que se vio obligada a esperar en este profundo congelamiento para  que  la  llevara  un  estudiante  universitario  que  realmente  no conocía.  Aparentemente,  la  ciudad  natal  de  Peter,  En  Medio  de Ninguna Maldita Parte, Wisconsin, no estaba lejos de la casa de Nicolas.

Su madre se refirió a Nicolas como solo un amigo, pero Lali no era estúpida. Las mujeres de cuarenta y tantos años, recién divorciadas no forzaban repentinamente a sus poco dispuestos hijos a alejarse de todas las tradiciones festivas que siempre habían conocido para pasar el rato con un amigo.

Los dientes de Lali castañearon mientras le daba la espalda a otra ráfaga de viento bajo cero. Su largo cabello se enredó en el viento.

Sacó su teléfono del bolsillo de su abrigo, comprobando de nuevo por un texto o un mensaje que explicara la extrema tardanza de Peter.

Nada. El hermano de su compañera de cuarto compartía casa con Peter y algunos otros chicos. Candela había dicho que Peter era muy inteligente, totalmente caliente y que estaba comprometido con una chica en casa. Lo que sea. Él estaba retrasado.

Mientras Lali temblaba y estaba al pendiente de su camioneta azul, pensó en lo perfecta que había sido la vida hasta dos semanas después de su graduación, cuando su padre abruptamente se mudó atravesando la ciudad, y su madre comenzó a vestirse demasiado joven para su edad y empezó a salir todo el tiempo.

El teléfono de Lali sonó. Ya era malditamente hora. Sus dedos entumecidos titubearon con el teléfono. Comprobó el identificador de llamadas y suspi.

Hola, mamá.

Hola, cariño. ¿Todavía estás en camino? Nicolas dijo que si no te vas pronto, vas a toparte con la nieve. Se suponía que iría al norte, pero ahora está cambiando de dirección.

Lali rodó los ojos.

Estoy esperando al chico que me llevará.

Dime otra vez, ¿con quién estás yendo? ¿Y cómo es que lo conoces? Realmente no estoy muy cómoda con que hayas aceptado que te llevara un total desconocido.

Te lo dije. Su nombre es Peter, y mi compañera de cuarto conoce a su   familia Una   mentira   total—.   Así   es   como  lo estudiantes universitario viaja co frecuencia,   mamá Si   no  m estuvieras obligando a ir al otro lado del estado, no estaría viajando con un completo desconocido. —Lali sintió un poco de remordimiento por sus comentarios sarcásticos, pero esto era completamente culpa de su madre. Lali merecía comportarse como una adolescente huraña.

Su mamá igno su tono.

Me gustaría que hubieras podido llegar con Nicolas, con tu hermana y conmigo el jueves. La universidad no debería programar los exámenes tan cerca de Navidad.

Lali prefería viajar con un desconocido estudiante universitario que con Nicolas, a quien había apodado, El No Novio.

—¿Cuál es su número de teléfono? Al menos debería tener eso — preguntó su madre.

¡No! Eso no va a suceder. Simplemente lo llamarás para darle información meteorológica actualizada cada diez minutos.

—No soy tan mala dijo su madre. Lali no respondió.

Bueno, tal vez lo soy, pero solo es porque te quiero y quiero que estés a salvo.

Lali resopló. Si su madre la quisiera tanto, le habría dicho qué demonios le pa a su familia en los últimos seis meses. En lugar de eso, su madre seguía fingiendo que la vida era normal, cuando era todo lo contrario.

Mamá, mis dedos se están congelando. Te veré en cinco o seis horas.

Muy bien, pero asegúrate de que él conduzca con cuidado. Y si empieza a nevar, quiero que se detenga, y si hay problemas con el coche, llámame,  y  te  da mi  mero  del  club  de  coches.  ¿Tienes dinero para detenerte a comer algo?

—Lo tengo bajo control. Voy a colgar. Adiós. —Lali terminó la llamada. ¿mo iba a aguantar cuatro días con su madre? Ellas solían llevarse bien, pero desde que sus padres se separaron, apenas podía soportar estar alrededor de ella. Estar lejos, en la universidad, había sido su salvación.


Solo unos pocos estudiantes se quedaban en el campus tan cerca de Navidad, y la mayoría de ellos tenían la inteligencia de permanecer en el  interior. Lali miró con nostalgia hacia las puertas  de Union y pensó en entrar para calentarse, pero no quería perder de vista a Peter. Con los dedos de los pies congelados, deseó haberse puesto las botas que estaban enterradas profundamente en su bolsa de lona, en lugar de sus zapatos deportivos. Tiró su café casi congelado en el contenedor de basura.

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