Lali oyó los motores
del avión. Miró al cielo tratando de ver a través de la
nieve, pero no pudo ver nada.
Cerró los ojos y rogó que
Peter estuviera
bien.
A pesar del mal tiempo, Lali esperó fuera. No podía esperar dentro. Dos de
las personas a
las que más quería
en el mundo estaban…
En aquel momento vio algo de color a través de la nieve.
Y se oyó más
fuertemente
el ruido del
motor.
Observó el descenso del aparato.
Tenía partes llenas de nieve. Otras, desnudas.
Incapaz
de quitar los ojos del
avión,
pensó que parecía estar bien.
Lo vio bajar y bajar hacia la pista. Luego el morro se levantó brevemente para que el mecanismo de aterrizaje tocase el suelo violentamente. Luego todo ocurrió
muy
rápidamente. El avión pareció retorcerse hacia los lados, resbalar, y un ala tocó
el suelo.
Después de dar una
vuelta
de
ciento
ochenta grados,
finalmente
se enderezó.
Lali salió corriendo
a la pista a pesar de que
Dave
la llamó varias veces.
Se abrieron las
puertas
del avión. Primero salió su padre. Luego, Peter. Lali se
sintió aliviada.
Estaban sanos.
Estaban
bien.
Todo iría
bien.
Repitió aquellas
palabras
mientras corría hacia ellos. Quería abrazar a Peter,
pero
tal vez él no quisiera que
lo hiciera.
Así que primero fue
hacia su padre y le
dio un
gran abrazo.
—¿Qué diablos estás
haciendo aquí? —le preguntó el hombre cuando se separó
de ella.
—Estaba
preocupada por vosotros.
Quería
estar segura
de que a Peter…
—Ve con él, cariño…
—le dijo su padre,
sonriendo.
Unos hombres con mono estaban
ocupándose
del
avión.
Peter estaba
hablando con uno de ellos.
En un momento,
la vio.
Entonces fue hacia ella. Los copos de nieve le cubrían la cabeza. Ella se detuvo,
presa del pánico. Pero Peter tendría que aguantar que ella le dijera lo que sentía
por
él, porque ya no era
capaz de reprimírselo por más tiempo.
—Vayamos dentro del hangar —le dijo él.
—Todavía
no. Quería disculparme.
No debí dudar de ti.
Lo siento, Peter.
Es que te amo tanto… Sé
que probablemente no quieras oírlo pero…
Peter le acarició las mejillas.
—Este no es el lugar para hacer esto —sonrió—. Nos
falta la música, las
flores
y una tarta…
El viento los azotó y Peter la
abrazó más fuertemente.
—Yo también lo siento. Siento no haber comprendido cómo podías ver tú el que
comiese con Cheryl. Intenté convencerme
de que el encuentro con ella no era importante, que no tenía nada que ver contigo y conmigo. Pero sí estaba relacionado. Era una forma de cerrar una historia pasada. Sé que he tenido cerrado el corazón,
pero
de todos modos, has
sido capaz de penetrar en él. Te amo, Lali. Ahora comprendo que no has
confiado en mí porque no sabías lo que sentía. Tú no sabías que yo te necesito más que a mi trabajo y que a que cualquier otra cosa. Tú me has enseñado el significado de
la palabra «compromiso».
Los ojos de Lali estaban llenos
de lágrimas. Él le secó las lágrimas
con sus besos.
—Tú eres la única mujer capaz de aceptar mi vida. Y si no puedes hacerlo, juntos haremos algo para solucionarlo. Te
amo.
Lali, ¿quieres casarte conmigo?
—Te amo, Peter, así como eres. Sé que tu trabajo es importante. Sé que no me
puedes prometer dejar de hacer rescates. Pero quiero que me prometas
que
no te arriesgarás innecesariamente, y que recordarás lo mucho que te amo, hagas lo que
hagas.
—Trato hecho —le prometió Peter. Y la
besó. Luego la
levantó en brazos y la llevó al hangar.
—¿Qué
haces? —se rio ella.
—Te voy a llevar a algún sitio donde haga más calor. Y luego te llevaré a mi casa, y te
haré el amor. Y te
haré una propuesta de matrimonio como debe ser.
—¿Desnudo y con una rodilla
en el suelo? —bromeó ella.
Él se rio.
—Quiero casarme contigo cuanto antes —dijo Peter.
—Hablaré con Candela,
y con Kylie,
y organizaremos la boda. Peter la volvió a besar.
—Llama a Tiffany y cuéntale que estamos bien —dijo él—. Dile que aterricé sin
problemas y que
llevaremos la
cena del Silver Dollar.
Peter miró a Dylan, que estaba terminando de dar de comer a los animales de Saddle Ridge. Peter
y Dylan empezaban
a entenderse
muy
bien.
Estaban
celebrando una reunión
familiar en el rancho de
Kylie.
—¿Podemos entrar ya? —preguntó Peter—. Tengo hambre,
y esos guisos que ha preparado Lali huelen
muy
bien.
—Candela dice que
pensáis hacer una
boda
muy
sencilla.
—Ésa es la idea. Luego no sé si
no se
terminará
agrandando.
—Candela y yo nos casamos una
semana después de que
yo
recapacitara.
—¿Y cómo te sientes ahora, después de
haberlo hecho tan
rápido?
—Nosotros
no tuvimos
dudas entonces, y aún estamos en nuestra luna de miel, es
decir, cuando Timmy nos deja.
Peter asintió.
—Lali y yo también estamos seguros. Lo que no sé es cómo van
a encajar Tiffany y Amy en esto. Hablé con Lali anoche, y le he propuesto vender su casa y hacer una habitación más en la mía.
De
todos modos, más adelante podríamos
necesitar un
dormitorio más…
Los dos hombres entraron en
la casa. Lali estaba poniendo una cacerola en el
fuego.
Peter le rodeó la
cintura
y le dijo:
—Hola, guapa.
¿Cuánto más va a tardar esto?
—¿Tienes hambre?
—Sí. Sobre todo de ti —al ver que ella se ponía colorada agregó—: Podemos ir
al granero si quieres…
—Sí. Tal
vez cuando estén
comiendo
todos…
Él no sabía si
lo había dicho en serio o en broma.
Peter miró a una
niña que estaba al lado de Kylie y preguntó quién
era.
—Es Molly,
una alumna de Kylie. Adora
los
animales, como Kylie.
Peter miró a
Dylan
con
Timmy, a Tiffany con Amy,
y dijo:
—Tal vez sea un poco pronto para hablar de esto, pero me gustaría tener hijos.
¿Y tú?
—Me encantaría tenerlos.
Peter le tomó la
mano y le guiñó un
ojo. Y disimuladamente la llevó hacia la puerta.
Lali se rio,
salió con él
por
la puerta y corrió al
granero.
La vida con Lali sería una aventura, y Peter iba a disfrutar de
cada minuto
de ella.
Sin aliento, Peter la
estrechó en sus brazos cuando llegaron a la puerta del granero.
—Te amo —declaró.
—Yo también
—dijo Lali.
Peter la llevó de la mano dentro.
Aquello era sólo el comienzo. Y se casaran cuando se casaran, Peter quería que
aquella luna de miel
durase toda
la vida.